Tegucigalpa – El general Roosevelt Hernández, jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras, rechazó enfáticamente haber agredido verbalmente a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, y anunció que interpondrá una denuncia formal ante el Ministerio Público por lo que considera afirmaciones falsas que dañan la reputación de la institución militar.
La controversia estalló el viernes cuando López denunció públicamente que el general la había amenazado, exigiéndole que retirara una publicación realizada en la plataforma X (antes Twitter), donde la funcionaria electoral había sugerido una reunión entre un expresidente, una precandidata presidencial y el alto mando militar. Además, López acusó a Hernández de agredirla verbalmente al manifestarle que «ella no era su superior».
En respuesta a estas acusaciones, el general Hernández compareció ante los medios de comunicación portando la Constitución de la República en la mano. «Como Fuerzas Armadas sostenemos la postura que venimos que nos aclare la presidenta del Consejo Nacional Electoral sobre lo expresado en la plataforma ‘X’ en la que ella está manchando injustamente la imagen y el honor de esta institución», declaró visiblemente alterado mientras era abordado por periodistas.
Según la versión del militar, tanto las Fuerzas Armadas como el CNE habían acordado realizar una reunión pública, pero posteriormente fue notificado que dicha reunión se cancelaba y se suspendía hasta nueva orden. Hernández manifestó que quería determinar si el mensaje publicado por López en redes sociales era una postura personal o contaba con el respaldo del pleno de consejeros del órgano electoral.
«Rechazamos de manera unánime los comentarios en la red social ‘X’ de López y los calificamos de mentiras y de falsos», enfatizó el jefe castrense, quien exigió a la presidenta del CNE «que retire de manera inmediata la publicación en ‘X'», alegando que ese mensaje «ha manchado de manera injusta y desprestigiado la imagen de las Fuerzas Armadas».
Respecto al supuesto altercado verbal, Hernández negó haber agredido a López, pero sí confirmó que ella le manifestó que era su superiora, un señalamiento que aparentemente generó tensión durante el encuentro.
En su declaración, el general defendió el desempeño de las Fuerzas Armadas durante las elecciones primarias del 9 de marzo, admitiendo que el único inconveniente registrado fue un atraso en la entrega de materiales electorales en dos ciudades, responsabilidad que atribuyó directamente al CNE.
«El Ministerio Público dará con el responsable del atraso de la entrega de materiales electorales el 9 de marzo», expresó Hernández, quien además advirtió: «Si se debe a un conato de conspiración, no nos prestaremos. Las Fuerzas Armadas está más unida, vamos a garantizar la alternabilidad en el ejercicio de la presidencia».
Esta declaración final del general cobra especial relevancia en el contexto de las recientes acusaciones del expresidente Porfirio Lobo Sosa, quien ha sugerido que el partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) pretende mantenerse en el poder a toda costa, incluso impidiendo la realización de las elecciones generales de 2025.
Hernández reafirmó que tanto el CNE como las Fuerzas Armadas «son instituciones que se deben respetar, darse apoyo y estar a disposición cada una en el tema del proceso electoral». Concluyó manifestando que la institución castrense «está en la disposición de garantizar el sufragio y las elecciones porque es un mandato de la Constitución de la República».
Este enfrentamiento entre dos altas autoridades del Estado hondureño profundiza la crisis institucional en torno al proceso electoral, generando incertidumbre sobre la legitimidad y transparencia de los próximos comicios en el país centroamericano.
