San Francisco. – Autoridades del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) anunciaron este viernes el arresto de Tang Juan, una científica de nacionalidad china a la que acusa de haber entrado al país con una visa fraudulenta y de esconderse en el consulado del país asiático en San Francisco.
Según las fuentes, ahora se encuentra en Sacramento bajo custodia estadounidense y será presentada ante una corte en las próximas horas. Washington acusó a Beijing de utilizar sus sedes diplomáticas como administraras de redes de espionaje para robar propiedad intelectual de empresas, universidades y centros de investigación.
Además del caso de Juan, las autoridades estadounidenses detuvieron a otros tres investigadores chinos por presunto fraude en su solicitud de visado.
Las detenciones se conocieron después de que el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, forzó a China a cerrar su consulado en Houston (Texas) en medio de nuevas acusaciones de espionaje, una de las acciones más contundentes que ha tomado el país desde que estableció relaciones diplomáticas con Beijing en 1979.
En un comunicado, el DOJ detalló que cuatro personas fueron acusadas de fraude en sus visados “en relación con un plan para mentir sobre su condición de miembros de las fuerzas militares de la República Popular de China, el Ejército Popular de Liberación (EPL), mientras realizaban investigaciones en Estados Unidos”.
Hasta el jueves, la información oficial indicaba que “tres de estos individuos han sido arrestados y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) está buscando a un cuarto prófugo de la justicia que actualmente se encuentra en el consulado de China en San Francisco”, puntualizó el DOJ. Se refería a Tang Juan, ahora detenida.
El fiscal adjunto de seguridad nacional, John Demers, indicó, citado en la nota, que estas personas “solicitaron visados de investigación mientras ocultaban su verdadera afiliación con el EPL”.
Los extranjeros, de ser declarados culpables, pueden encarar una pena de 10 años de prisión cada uno y una multa de 250 mil dólares.
El DOJ identificó entre los detenidos a Xin Wang, quien ingresó al país el 26 de marzo de 2019 y presuntamente “hizo declaraciones fraudulentas” en su solicitud de visado.
Según documentos judiciales, Wang “todavía estaba empleado por el EPL mientras estudiaba en EEUU e hizo declaraciones falsas sobre su servicio militar”.
El investigador fue arrestado el pasado 7 de junio y tuvo una comparecencia judicial un día después, detalló el DOJ.
Las otras dos detenidas, el pasado 18 de julio y sin que se precisara el lugar, fueron identificadas como Chen Song y Kai Jai Zhao.
Song, de 38 años, de acuerdo con el comunicado oficial, entró al país en diciembre de 2018 y era integrante de la Fuerza Aérea de su país “cuando ingresó y mientras permanecía” en territorio estadounidense, al tiempo que se presume mencionó un hospital como su empleador para encubrir su verdadera vinculación laboral.
Por su parte, Zhhao es acusada de negar que había servido en el Ejército de su país cuando, según la demanda en su contra, prestó servicio en la universidad Nacional de Tecnología de Defensa, que el DOJ describe como “la principal institución de investigación científica y de educación del EPL”.
En el caso de Juan Tang, la investigadora llegó a Estados Unidos en diciembre de 2019 y también es acusada de hacer declaraciones fraudulentas en su pedido de visado, en el que negó haber servido en el Ejército.
“El FBI encontró una fotografía de Tang en uniforme militar” y referencias de su empleo en la Unidad Médica Militar de la Fuerza Aérea, puntualizó el documento oficial, el cual añade que hay una orden de arresto en contra de la científica.
Además de estos arrestos, según el Departamento de Justicia, el FBI interrogó recientemente a otros “titulares de visas sospechosos de tener afiliación no declarada con el ejército chino en más de 25 ciudades estadounidenses”.
EEUU ha sancionado en los últimos meses a once compañías chinas por abusos a las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang y, además, presentó cargos contra dos “hackers” chinos que supuestamente intentaban robar datos de la vacuna para la Covid-19 y secretos de tecnología militar.
El trasfondo de las diferencias entre las dos potencias es la subyacente pugna por la hegemonía, la guerra tecnológica y comercial y, más recientemente, las críticas de Washington a la nueva ley de seguridad para Hong Kong y a la situación de los derechos humanos de las minorías musulmanas en Xinjiang.