San Pedro Sula. – Los gastos económicos, la lejanía de donde se trasportan y el temor al Covid-19, hacen que estos ciudadanos se mantengan lo más cerca de sus familiares para tratar de hacer algo en caso de una emergencia.
Los parientes de pacientes internos en el hospital móvil de San Pedro Sula, duermen de manera provisional en unas hamacas al exterior de las instalaciones del centro asistencial, para poder mantenerse al pendiente de la salud de sus parientes.
“Los médicos hacen lo que pueden. Bueno, dicen ellos. Nosotros tenemos la fe en Dios, pero la información aquí no es muy buena que se diga”, expresó uno de los familiares de los enfermos.
Otra ciudadana que tiene a su esposo interno en el centro asistencial, expresó que gastaba alrededor de 400 lempiras de pasaje diarios y que ahora no tiene el dinero para viajar.
“Gracias al Señor, mi esposo fue bombero y yo tengo un apoyo de todos los bomberos”, detalló la dama, quien agregó que ellos le llevaron al lugar una silla, un banquita y comida.
Los pobladores que se encuentran a la espera de datos sobre sus familiares, señalaron que los galenos solo se basan en repetirles la misma información sobre los pacientes, mientras ellos aguardan ansiosos en hamacas sujetadas desde las ventanas de las instalaciones a los árboles que adornan el lugar.
