Tegucigalpa – El comité organizador del Festival del Choro y el Vino en su décima cuarta edición anunciaron que el evento se celebrará del 25 al 28 de julio próximos en las ciudades gemelas de La Esperanza e Intibucá en el occidente de Honduras-
Mediante un comunicado, los organizadores informan que, debido al interés demostrado por los actores involucrados en el montaje y desarrollo de este evento, se ha reprogramada su realización después que el festival se cancelará el mes pasado debido a violentas protestas en la ciudad de La Esperanza.
El comité organizador indica que el festival que estaba programado para celebrarse del 20 al 23 de junio pasado, se ha reprogramado debido a que la población y los visitantes disfrutan del mismo ya que lo convierten en uno de los eventos gastronómicos y culturales más importantes del país, a través del cual se aumenta el conocimiento y apreciación de la diversidad de recursos naturales, culturales y artísticos de la zona.
El comité organizador de la décimo cuarta edición del Festival Nacional del Choro y el Vino, ha tomado a bien realizar este evento del 25 al 28 de julio 2019.
El festival contará con una programación extensa, que combina gastronomía, cultura y diversión para toda la familia, expoventa gastronómica, artesanal y vinos, exposición de obras de arte con Pintores nacionales como el famoso artista Cicerón, Pedro Pablo y Noel Díaz.
Además se realizará la inauguración de la obra creada por el arquitecto y escultor Wilfredo Osorio Aguilar de un mosaico escultórico, realizada por primera vez en Honduras durante el festival.
El desarrollo de este evento permite el fortalecimiento de la economía; al potenciar la cadena de producción del choro iniciando desde su recolección hasta su transformación en exquisitos platillos producto del arte culinario de importantes chefs nacionales e internacionales convirtiéndose, en una oportunidad de difundir este aspecto de la cultura lenca.
A eso también se suma la producción de vinos, el potencial productivo hortícola de la zona, así como el disfrute de la belleza escénica de nuestro territorio.
Beneficio económico
Los organizadores también destacan que durante el festival se genera una derrama económica de alrededor de 10 millones de lempiras donde se beneficia directamente a recolectores de choros, comerciantes, empresarios en todos los rubros.
Por su lado, la industria del rubro turismo es la cadena más generosa donde se obtiene beneficios desde que el turista decide visitar ese destino.
Inicia con el sector transporte, con el traslado de las diferentes ciudades del país, taxistas locales, pulperías, supermercados, farmacias, artesanos, artistas locales y nacionales, productores de hortalizas y vegetales, pequeñas empresas dedicadas al procesamiento de frutales de altura, productores de vinos artesanales, comedores, entre otros.
Además, se produce la generación de empleos temporales que realizan hoteleros, restaurantes y tour operadoras, entre otros que es parte de la dinámica económica que permite el beneficio colectivo a la comunidad.
Aunado a ello el pago inmediato de tributos en las municipalidades de los municipios antes descritos.
El vino también es un gran protagonista, esto debido a la inmensa cantidad y calidad de frutas de altura, que se cultivan en las tierras fértiles intibucanas, con diferentes procesos de añejamiento y fermentación que deja a los paladares más exigentes impresionados de la calidad y buen gusto.
Aseguran que serán cuatro días de cultura, diversión y entretenimiento en el que, el departamento y habitantes se visten de gala a la espera de todos los visitantes y turistas de este “Paraíso en las alturas, un pueblo con encanto”.
Intibucá espera a propios y extraños a quienes abre puertas para que conozcan las maravillas de Honduras.