Ciudad de Guatemala – Los hijos del expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, pretendían fugarse de la prisión en Guatemala donde se encuentran a la espera de ser extraditados a Estados Unidos, según aseguró este jueves una fuente oficial.
El ministro de Interior guatemalteco, Gendri Reyes, indicó a periodistas que su cartera contaba con información sobre un plan de los hermanos panameños para escapar de la cárcel del cuartel militar Mariscal Zavala, en Ciudad de Guatemala, donde se encuentran detenidos desde julio de 2020.
Debido al supuesto plan, las autoridades realizaron una requisa en la cárcel este jueves y los hermanos fueron cambiados de lugar en la misma prisión, de acuerdo al Sistema Penitenciario.
El portavoz de la cartera de Interior, Pablo Castillo, confirmó a Efe que el cambio de ubicación (de una celda cómoda dentro del área conocida como «VIP» a un calabozo contiguo al sector de varones) se dio luego de que el ministerio «obtuvo información de un plan de fuga de los hermanos Martinelli, a través de sistemas de inteligencia nacionales y en coordinación con entidades internacionales».
La alerta, continuó Castillo, «surgió ayer (miércoles), por lo que se tomaron acciones inmediatas y se reforzó la seguridad de la Policía Nacional Civil y el Ministerio de la Defensa para poder evitar cualquier riesgo de fuga en el lugar, a partir de las 6 de la mañana de este miércoles».
El Ministerio de Interior interpuso «una denuncia en contra del director del centro de detención para que aclare» supuestos «procedimientos anómalos que riñen con la ley», agregó Castillo.
Además del peligro de fuga que identificó el ministerio, también se realizó una requisa en el centro de detención de máxima seguridad, donde se encontraban sin permiso nueve niños, hijos de algunos de los internos, así como algunas «cónyuges», dijo Castillo, de forma preliminar.
NIEGAN LAS ACUSACIONES
El líder de la defensa de los hermanos Martinelli, Denis Cuesy, aseguró a Efe que estuvo en la prisión a mediodía y consideró que el señalamiento del presunto plan de fuga «no es más que una forma de llamar la atención a los medios, la información es total y completamente falsa; son dos personas ajenas a Guatemala, no tienen familia aquí y no tienen amistades tampoco».
Cuesy se preguntó «qué harían fuera de la cárcel los hermanos, en Guatemala. Resulta un invento malicioso realmente, un castigo infundado en contra de dos personas que lejos de mostrar una actitud activa dentro de un proceso, han demostrado una actitud pasiva y pacífica dentro del sistema penitenciario».
Cuestionado sobre si los hermanos o la defensa ha planificado deliberadamente retrasar el proceso de extradición a Estados Unidos, Cuesy aseguró que los Martinelli «no se han dedicado a nada. Los abogados defensores hemos hecho todo, pues si uno va a contratar un profesional para su defensa, se deja llevar, si no para qué lo contratan; sería una gastadera enorme de dinero».
El abogado seguró que los Martinelli Linares están «total y completamente sorprendidos de una noticia que ni ellos mismos tenían conocimiento y, con relación al plan de fuga, me estoy enterando ahora en la llamada. Cuando llegué a mediodía no me brindaron la información de esto».
Ambos hijos del expresidente Martinelli, reconoció, están «desgastados física y moralmente. Están en malas condiciones, luego de más de un año en prisión».
Otro de los abogados defensores, el jurista César Calderón, dijo a Efe que «no hay razón para que los hayan puesto en un calabozo, es una violación a sus derechos. Ellos no son problemáticos, no hacen relajo y ese traslado a ese espacio se hace con un detenido que incurre con faltas dentro del penal, en todo caso».
Según la acusación de la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, que exige la extradición de ambos hermanos, los Martinelli Linares son responsables del delito de conspiración para cometer blanqueo de capitales y dos delitos de ocultamiento de información a ese efecto, entre 2009 y 2015, durante la presidencia de su padre, por cifras menores a un millón de dólares, en un caso vinculado a la empresa brasileña Odebrecht.
Los hermanos fueron detenidos el 6 de julio de 2020 en Guatemala cuando intentaban volver a su país en un vuelo privado, después de casi un año en paradero desconocido. Ambos están en proceso de extradición.