Madrid – La simple exposición al VIH durante el embarazo, el parto y la lactancia, sin necesidad que se produzca infección por el virus, altera el nivel de algunos biomarcadores inmunitarios en niños, según un estudio liderado por investigadores españoles.
Los resultados se publican en la revista Frontiers in Medicine, en un artículo que firman científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), del Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria y del Instituto de Investigación Hospital Universitario La Paz.
En un comunicado, el Ciberesp señala que la implementación de programas de prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo ha reducido el número de recién nacidos infectados por el virus causante del sida, pero no el número de bebés expuestos durante el embarazo y la lactancia.
Ello se debe a la alta incidencia del VIH en embarazadas en países con recursos limitados, donde la falta de pruebas diagnósticas y de control de la viremia durante el embarazo y posparto contribuye sustancialmente a la transmisión viral y a la exposición al VIH de los bebés durante el embarazo y la lactancia.
Según los autores, estos niños expuestos al virus tienen un mayor riesgo de morbilidad infecciosa y de mortalidad, y un retraso del crecimiento con respecto a los no expuestos al virus.
Ello se debe a una mayor activación inmunitaria e inflamación, a una menor funcionalidad de los linfocitos T y a una mayor activación de monocitos en los niños expuestos, aunque no resulten finalmente infectados.
En concreto, esta nueva investigación analiza la influencia de la infección y exposición al VIH sobre el estado inmunológico en tres grupos pediátricos con o sin exposición o infección al virus, y en seguimiento clínico en un hospital de Kinshasa (República Democrática del Congo).
Se analizaron datos de 10 niños infectados por VIH, 10 expuestos al VIH pero no infectados y 10 no expuestos ni infectados, según la nota, que destaca que el trabajo es pionero en la evaluación del uso de sangre seca para la medición de estos biomarcadores en población infantil.
«La sangre seca es una muestra alternativa al plasma o suero de gran utilidad en países con infraestructura sanitaria limitada, por su facilidad de toma, almacenamiento y transporte», explica África Holguín, quien lidera el trabajo junto a Eduardo López-Collazo.
Para realizar el estudio, se midió la expresión inmune del ARN mensajero de 12 biomarcadores inmunes e inflamatorios, y se constató las diferencias de actividad en los tres grupos.
Por ejemplo, se observó que seis biomarcadores mostraron una expresión significativamente mayor en niños positivos y en niños expuestos no infectados frente a los no expuestos, estando dos de ellos (HVEM y CD14) significativamente sobreexpresados entre los positivos frente a los niños expuestos no infectados.
Los resultados aportan «datos pioneros» que demuestran que la exposición al VIH, y no solo la infección por el virus, altera el nivel de algunos biomarcadores inmunitarios en la población pediátrica, detallan los investigadores.