Tegucigalpa. – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, pidió este domingo «globalizar la solidaridad» con quienes pasan hambre y lamentó que en el mundo se pierde o desperdicia cada año miles de toneladas de alimentos.
«¿Cómo resolver el drama del hambre en el mundo y la escasez de bienes para una vida digna? La solución que Jesús propone no está en el dinero, Jesús orienta a sus discípulos por otro camino que no creen nuevas dependencias de explotación y opresión», comenzó diciendo Rodríguez en una homilía celebrada en la Basílica Menor de Suyapa.
Afirmó que la solución es «muy sencilla: compartir con los necesitados», y destacó la importancia de la solidaridad humana para «resolver problemas que parecen no tener solución».
«Sin solidaridad hay cuestiones que nunca se solucionarán, el Evangelio de hoy nos invita a globalizar la solidaridad, el verdadero amor, el compartir», subrayó el religioso.
En la Basílica Menor de Suyapa, en el oriente de Tegucigalpa, se reportó un mayor apoyo comunitario luego del paso de los huracanes Eta y Iota, en noviembre pasado, añadió.
«En esta parroquia hemos visto la solidaridad, cuando después de los huracanes del año pasado se llenaron contenedores de tanta ayuda, especialmente para los que han sufrido allá en la costa norte», aseveró el purpurado.
Lamentó, además, que en el mundo se desperdicia una gran cantidad de alimentos cada año, mientras el número de personas con hambre sigue creciendo.
«Cuánta comida se desperdicia, todos los alimentos que se desperdician solamente en una gran ciudad, podrían ayudar a saciar el hambre de millones de personas y se sigue desperdiciando alimento», criticó el religioso.
Agregó que «Dios nos da en abundancia porque nos ama abundantemente, cuando se comparte ajusta para todos, y todavía sobra».
Rodríguez aseguró que «falta esta mentalidad» de la solidaridad y cuestionó a aquellos países que «destruyen alimentos simplemente para que se conserven precios».
«¡Cuántas veces por esas leyes económicas injustas sigue todavía el problema del hambre en el mundo!», indicó el cardenal del país centroamericano, con 9.5 millones de habitantes, de ellas el 70 por ciento son pobres.
Recordó que «nadie es tan pobre que no tenga algo que compartir, y nadie es tan rico que no tenga necesidad de algo».