Tokio – El guatemalteco Kevin Cordón protagonizó este sábado uno de esos momentos mágicos que ocurren en los escenarios olímpicos y que marcan la vida de un deportista: procedente de un país sin tradición alguna en el bádminton, y desde el puesto 59 de la clasificación mundial, se clasificó para las semifinales de los Juegos de Tokio con una victoria clara, sin peros, sobre el surcoreano Kwanghee Heo por 2-0 (21-13 y 21-18).
Incapaz de asimilar lo que acababa de hacer, Cordón se cubrió el rostro con las manos y cayó al suelo. No podía dejar de llorar. Solo unos minutos después se incorporó y saltó por la cancha de alegría, celebrando un resultado histórico para él pero también para el bádminton, un deporte dominado por asiáticos y europeos.
En sus cuartos Juegos Olímpicos, este jugador zurdo nacido en Zacapa hace 34 años alcanza en Tokio la cumbre de una carrera que ya contaba con numerosos éxitos de ámbito más reducido, a nivel regional o continental.
Sin amedrentarse por la condición de favorito de su rival, número 38 del mundo, Cordón salió a la pista para disputar su partido como un vendaval.
En el primer set, con un juego continuo de ataque, remates certeros y constantes cambios de ritmo, desorientó a un rival que se mostró impotente y que no pudo hacer dos puntos seguidos.
Más igualada estuvo la segunda manga, pero Cordón se aproximó más a menudo a la red, con éxito, e incomodó con su juegos de zurdo a su oponente.
Tras verse con 14-14, volvió a entrar en racha y se hizo con dos bolas de partido, 20-18, que le pusieron la victoria al alcance. En la primera de ellas, al resto, tras un peloteo intenso volvió a jugársela en la red y logró dejar caer el volante fuera del alcance de Heo. Solo habían transcurrido 42 minutos de partido.
El rival de Cordón en semifinales saldrá del cruce entre el danés Viktor Axelsen, tercer jugador mundial, y el chino Shi Yu Qi, undécimo. Si gana, el guatemalteco jugará por el oro; si pierde, por el bronce.
El jugador nacido en Zacapa llegó a los cuartos de final tras ganar sus dos partidos de grupo sin perder un set y después de superar en octavos al neerlandés Mark Caljouw por 2-1.
«En Guatemala no hay muchos seguidores del bádminton. Es fútbol, fútbol y fútbol. Nuestro país es pobre. Si tenemos una oportunidad de competir en algo es a base de corazón, y es lo que hago», afirmó Cordón tras su partido ante Caljouw.
Para Cordón, enfrentarse en los Juegos a grandes jugadores a los que solo puede seguir habitualmente por internet es, ante todo, «un honor».
El número uno del mundo, el japonés Kento Momota, fue eliminado en la fase premilinar de grupos del torneo olímpico. (ag)