Tegucigalpa – El analista político, Edgardo Rodríguez, sostuvo que la magistrada del Consejo Nacional Electoral (CNE), Rixi Moncada, ha roto todos los protocolos con su actitud confrontativa.
-Esa señora se ha olvidado de su alta investidura, sostiene Edgardo Rodríguez
El Congreso Nacional aprobó unos 1,000 millones de lempiras adicionales al CNE para que financie las elecciones generales del 28 de noviembre. Precisamente el CNE aprobó los lineamientos generales del sistema de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) que deberá ser contratado antes del 26 de este mes.
Rodríguez advirtió que el día “D”, de las elecciones el 28 de noviembre, “estará muy tenso y muy delicado que deberá ser manejado con pinzas por parte de los tres magistrados del CNE”.
“Ellos deben evitar que se produzca desde la autoridad en los meses previos a los comicios, situaciones de conflictos como las que hemos visto hasta ahora”, sugirió.
“Pero realmente, no estoy muy optimista que eso suceda, es decir, dudo que se vaya a crear un ambiente de respeto y de cultura en esa institución”, agregó.
“Especialmente, la señora Rixi Moncada ha roto todos los protocolos con su actitud confrontativa, se ha olvidado de su alta investidura y ha actuado más como activista de Libertad y Refundación (Libre) que como autoridad del CNE”, cuestionó.
“Estamos ante un proceso sumamente delicado, con una institucionalidad débil donde las que destacan son las cabezas calientes del Consejo y su eterno enfrentamiento entre unos y otros”, afirmó.
En ese sentido, reiteró que “eso no augura paz, tranquilidad y profesionalismo en la conducción del proceso electoral, pero bueno, esas son las condiciones en las que tendremos que ir a las elecciones de noviembre”.
“Esperemos que las pasiones no vayan a desbordarse en confrontaciones como las que hemos visto en otros años”, comentó.
Sugirió que “ahora que se ha aprobado el presupuesto al CNE hay que agilizar todo lo que son compras y contrataciones para el presente proceso electoral”.
Consideró que “viene una etapa de un trabajo técnico y de gestión muy intenso que debe ser rápidamente evacuado porque el tiempo apremia. Roguemos a Dios que no haya fallas por la premura en que se montarán todos los procesos”.
L 2,700 millones costarán las elecciones
