Tegucigalpa. – El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) realizó este miércoles desde Estados Unidos un foro internacional contra la corrupción e impunidad, con la participación de distintos actores que han tenido protagonismo en contra de este flagelo en la región Centroamericana.
En el encuentro participó la directora del CNA, Gabriela Castellanos, la congresista estadunidense, Norma Torres y el director ejecutivo del Grupo de Trabajo del Triángulo Norte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Michael Camilleri.
En su intervención, Castellanos, alegorizó que la corrupción es otra pandemia para los países del Triángulo Norte, la cual aparece de manera concurrente.
“Este es un flagelo que aparece de manera concurrente se use o no mascarilla porque el flagelo de la corrupción no entra por la boca, si no por el bolsillo”, refirió.
Durante su discurso también resaltó que “el poder económico sobre el poder político es el gran laboratorio de las bacterias de la corrupción” y que lacera a los países de la región.
Castellanos señaló que en “Guatemala buscan desarticular la sociedad civil que evidencia a corruptos; en El Salvador un seudo dictador comenzó a desbaratar la institucionalidad; en Honduras el mecanismo de corrupción presenta como principal actor al señor Juan Orlando Hernández”.
Particularmente, enfatizó que en Honduras se han secuestrado las diferentes instituciones del Estado “ya que ahora son propiedad del crimen organizado”.
Castellanos recordó que en Honduras se han sustraído cientos de millones de lempiras de las arcas del Estado mediante organizaciones no gubernamentales y que fueron investigadas en su momento por la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), pero por intentarlo, fue expulsada del país.
Asimismo, mencionó que actuales políticos y presidentes de los poderes del Estado, tienen relaciones con sujetos que participan en el desfalco de fondos públicos a través de organizaciones no gubernamentales.
También indicó que actuales diputados que aspiran a una reelección, drenaron millones de lempiras que sirvieron para financiar campañas políticas.
“Sin embargo, en el marco de las acciones proselitistas, se muestran como las personas idóneas que resolverán los problemas de seguridad, empleo, educación, salud, que ellos han provocado con el fin de cíclicamente poner ideas que les permitan mantenerse” en el poder, puntualizó.
Por su parte, la congresista de EEUU, Norma Torres, manifestó que desde el país norteamericano ven como los gobiernos de Centroamérica no están comprometidos en combatir la corrupción, y “están comprometidos en ellos mismos, en su riqueza propia”.
Torres enfatizó que la sociedad civil es fundamental para que EEUU invierta el Triángulo Norte, porque no se puede contar con los gobiernos de la región.
La congresista acentuó que el país norteamericano no puede contar con los gobiernos que están en la región.
Los actuales presidentes de estos países son Juan Orlando Hernández en Honduras, Alejando Giammattei de Guatemala y Nayib Bukele en El Salvador.
En ese sentido, la política estadounidense de origen guatemalteco expresó que la sociedad civil es fundamental para que Estados Unidos invierta el Triángulo Norte.
“Sin ustedes nos podemos trabajar e invertir en la región”, dijo la política estadounidense de origen guatemalteco.
La funcionaria norteamericana expresó que el presidente Joe Biden necesita seguir la relación con actores civiles para trabajar e identificar lo necesario para combatir la corrupción en Honduras, Guatemala y El Salvador.
Por último, aceptó que la pasada administración de Donald Trump no puso atención a los países del denominado Triángulo Norte de Centroamérica, por lo tanto, hubo un retroceso en la lucha contra el flagelo.
Entretanto, Michael Camilleri, expuso que las víctimas de la corrupción tienen un 47 por ciento de probabilidades de migrar y es algo que afecta directamente a los EEUU.
Camilleri enumeró que el 12.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) se pierde debido a la corrupción, y según investigaciones, en el año 2019 un 28 por ciento de los ciudadanos pagó un soborno para acceder a los servicios públicos.
“La corrupción impacta no solo en la posibilidad de disfrutar una vida digna, sino que afecta los intereses de Estados Unidos”, reconoció.
Del mismo modo, planteó que la corrupción impide la inversión extranjera y la creación de empleos. “No vamos a tener escuelas, calles seguras, hospitales dignos en un ambiente de corrupción”, insistió.
El diplomático avanzó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene un compromiso histórico con los países del Triángulo Norte, con la intención de invertir cuatro mil millones de dólares en Centroamérica.