Por: José Eliécer Palomino Rojas.
Colombia – Las fechas 28 y 29 de octubre de 2.021, impregnaron de fragancia existencial, a los estudiantes de la Promoción Once de 2021, de la I.E Majoma, quienes convivieron en forma de hermandad, durante la estadía en el retiro espiritual.
Los dos grupos de once tuvieron la experiencia, en un lugar campestre del municipio de Copacabana, del departamento de Antioquia. En esta oportunidad a diferencia de años anteriores, el acompañamiento del capellán de la institución educativa, sacerdote Oscar García, fue en forma de eclipse parcial, porque los agentes que dinamizaron las actividades del retiro espiritual, fue un pequeño grupo de laicos recreacionistas liderados por el señor Godoy, quienes gentilmente en la programación de las actividades, abrieron un pequeño espacio, para la clausura del retiro espiritual, con la celebración de la santa eucaristía, en la que expresó el sacerdote capellán de la institución educativa, satisfacción y gozo al ver que, un gran número de estudiantes se acercaron a recibir la sagrada comunión.
Es importante tener el sentido propio que cada estudiante, padre de familia, docente, directivo, sean conscientes en diferenciar de lo que en sí, corresponde las vivencias, las situaciones, de lo que es un retiro espiritual, a lo que puede ser la combinación entre convivencia, paseo, o retiro espiritual netamente definido, que permita brindar herramientas a los estudiantes para que reflexionen, redescubran las acciones, que algunas veces pueden ser buenas, regulares o malas, por las diversas circunstancias presentadas en su diario vivir.
De regreso al colegio en el momento de la bienvenida, octubre 29 hora 5:00 PM, estaban atentos los padres de familia, las mamás vestidas con blusa blanca, los papás con camisa blanca, y en una de sus manos sostenían una vela encendida, con la ansiedad y finalidad de volver a ver y acoger a sus hijos en el momento del reencuentro, para generar un lindo clima favorecedor, que mitigue un volver a comenzar aquellos momentos perdidos de amor, escucha, cariño, entrega, de parte de los hijos a los padres y de los padres hacia los hijos, quizás perdidos por las labores, jornadas de trabajo o por el estudio.
El momento del reencuentro en el recinto del patio salón, de la institución educativa, más impactante y significativo, fue el de la señora Lina Londoño, presidenta de padres de familia de la Promoción Once 2.021, quien con el timbre de voz entrecortada, realizó la lectura del mensaje de bienvenida a los estudiantes, y en cada palabra que expresaba, y en cada abrazo que prodigaba a su hijo, iba inundando, dibujando estrellas de paz, gozo, alegría y esperanza en los corazones de cada padre de familia y de cada estudiante.
De todos modos educar a los jóvenes no es meramente imbuir sus mentes de contenidos cuánticos, sino de alimentar, formar, a través del proceso de socialización vista de forma espiritual, cívica, cultural, físico, ético y moral, que favorezca a cada joven dentro de la sociedad.
¿Por qué olvidar que la joya, el tesoro más preciado, que tenemos en el corazón, es el amor a nuestros hijos, que nos conecta con el amor de Dios hacia la eternidad? JEPARDINI.