El viernes, el secretario de Salud del estado de Chiapas, Pepe Cruz, informó que 56 de los 114 migrantes centroamericanos heridos en un accidente de camión en la localidad de Tuxtla Gutiérrez ya fueron dados de alta del hospital.
«Estos migrantes sufrieron traumatismo craneoencefálico y graves hematomas por el accidente. Agradecemos a las autoridades que coordinaron su traslado y a las instituciones de salud que los acogieron», dijo Cruz. Hasta el momento, 51 migrantes permanecen en estado crítico de salud y los otros siete fallecieron debido a la gravedad de sus heridas.
El 9 de diciembre, un camión que transportaba a inmigrantes indocumentados se estrelló a unos 100 kilómetros por hora contra un puente peatonal y proyectó a sus pasajeros en la carretera.
«Estas personas viajaban en condiciones inhumanas: se encontraban sin agua, comida ni ventilación», dijo Cruz e instó a los políticos regionales a adoptar políticas que garanticen los derechos fundamentales de los migrantes.
Según datos del Instituto Nacional de Migración (INM), las autoridades mexicanas han detenido a más de 35.000 migrantes centroamericanos que se dirigían a Estados Unidos en camiones cerrados en lo que va de año.
El INM enfatizó que la cantidad de traficantes de personas encarcelados fue mínima en comparación con la cantidad de estos delincuentes que lograron traer migrantes a la frontera de Estados Unidos mediante el pago de sobornos a funcionarios mexicanos.
«Cuando los traficantes llevan a los migrantes por la selva, el ejército cobra el soborno. Si en cambio optan por transitar por las ciudades, los policías obtienen dinero», dijo la periodista Ángeles Mariscal al medio de la BBC y destacó que esta práctica continuará mientras el las autoridades involucradas no están sancionadas.
