Tegucigalpa. – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, en su homilía dominical del Bautismo del Señor en donde concluye el tiempo de Navidad, advirtió que “mientras no escuchemos como Jesús esta voz interior que nos asegura que somos amados, no podemos vivir con sentido”.
En ese sentido, el máximo líder de la Iglesia Católica hondureña apuntó que Jesús pide experimentar todo ese amor del padre y no podía, sino responder en una relación filial. “Tú eres mi padre, yo te amo, aquí me tienes”, mencionando que aquí está el secreto de Jesús, sentirse totalmente amado y desde ese amor no puede más que amarnos a todos, sin excepción con un amor infinito y a partir de ese episodio del bautismo de Juan, Jesús comienza una etapa nueva en su vida y en su misión salvadora”, acotó.
Asimismo, señaló que, a partir de esa experiencia al sentirse profundamente amado, ya pudo derramar amor, curar a los enfermos, tocar a los leprosos, levantar a los paralíticos, defender a los pobres y recibir en su mesa a los pecadores y prostitutas.
“Se convierte Jesús en la expresión histórica de ese amor de Dios, a todo ser humano, esta experiencia humana nos hace tanta falta queridas hermanas y hermanos, como necesitamos sentirnos amados como Jesús y esa es la única presencia que puede dar sentido nuevo a nuestras vidas, así como decía ahí está el sentido de tu vida, ser amado para siempre, hoy deberíamos tener un minuto de oración personal, para sentir esa voz de Dios, tú eres mi hijo, tú eres mi hija, tú eres amado, yo te amo”, indicó el purpurado.
Rodríguez hizo hincapié en que, mientras no escuchemos como Jesús, esa voz interior que nos asegura que somos amados, no podemos vivir con una dirección, con un sentido, mientras no hagamos la experiencia interior de sentirnos verdaderamente amados, permaneceremos en una inseguridad siempre.
“Preguntémonos entonces hemos tenido la experiencia de ser amados por nuestros padres, por nuestros hermanos y hermanas, por nuestros amigos, he tenido la experiencia de ser amado por alguien, el amor de Dios está en el inicio, nos precede, nos da la vida e incluso cuando hemos sido heridos existe alguien que me ame totalmente, tal como soy y en lo que vivo, nadie puede vivir de verdad sin la experiencia básica del amor”, continuó.
“Qué bello que hoy concluyendo este tiempo precioso de la Navidad, podamos escuchar la voz de Dios, ‘tú eres mi hija amada, tú eres mi hijo amado’, eso es lo que puede llenar de sentido nuestra vida, esa es la voz que nos libera de toda aflicción y nos hace superar miedos y dificultades y nos llena de alegría que nadie nos puede arrebatar”, agregó.
El líder religioso comentó que, en la primera lectura escuchamos toda esa ternura de Dios, con su hijo, mi hijo amado, al que he venido guiando, así debe sentirse cada uno y cada una de nosotros y luego ese gran principio que nos ha dado la segunda lectura, Jesús paso su vida haciendo el bien, es el programa para este año que comienza, ojalá que todos pasemos este año haciendo el bien.
“Nuestros ojos se vuelven al Señor Jesús, hijo amado del padre, para que nos conceda abrirnos a la experiencia sentirnos amados, que se abra el cielo y que podamos escuchar esa voz, tú eres mi hijo amado y eso es lo único necesario para que podamos vivir, un año nuevo feliz”, concluyó el también arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa.