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El verdadero valor del 5G y la computación en nube

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He estado leyendo varias cosas durante las vacaciones de fin de año y me encontré con este artículo de Peter Cohen centrado en los casos de uso de la automatización de la red 5G. En particular, buscaba casos de uso relacionados con la computación en nube.

Me sorprende el bombo que se le sigue dando al 5G, entre otras cosas porque la mayoría de las mejoras de la infraestructura de red parecen desvanecerse rápidamente en la historia de la informática, aunque funcionen. ¿Quién se acuerda, por ejemplo, de las nuevas versiones de las normas IEEE Wi-Fi, los protocolos de enrutamiento de Internet u otras tecnologías relacionadas antes de pasar a las siguientes? ¿Por qué, en cambio, el 5G sigue siendo el centro de atención durante tanto tiempo?

Lo que me ha parecido interesante del artículo de Cohen es que se centra en los casos de uso relacionados con el 5G, concretamente con la automatización. En un pasaje del artículo se afirma que «la infraestructura de telecomunicaciones virtualizada y nativa de la nube necesita la automatización de la red para funcionar a escala. Esta asombrosa complejidad operativa no puede gestionarse sin automatización. Las aplicaciones nativas de la nube o los microservicios se activan y desactivan casi instantáneamente. Si la «abstraemos» del hardware en el que se ejecuta, la nube funciona en uno o miles de servidores».

La esencia de la nube y el 5G es que podemos aprovechar los recursos basados en la nube combinados con los recursos de la empresa. Al fin y al cabo, nos dirigimos hacia un futuro de TI empresarial caracterizado por una mezcla de multicloud, nube híbrida, edge computing y aplicaciones complejas y dinámicas que se ejecutan en cualquier lugar y en todas partes. Así pues, el futuro gira menos en torno a la nube y más en torno a formas nuevas y emergentes de aprovechar toda la tecnología, en la nube o no, que estará ampliamente distribuida y será compleja.

La automatización del 5G permite la orquestación de sistemas en diferentes dominios de la red, ya sea el smartphone, el escritorio, el televisor, un servidor corporativo en un centro de datos o un proveedor de nube pública. Nos estamos acostumbrando rápidamente a que no nos importe dónde se ejecuta algo, pero necesitamos que ese algo migre automáticamente para optimizar la forma en que se ejecuta y escala, con o sin nube. Además, eso no sucederá a menos que también automaticemos la seguridad y el aprovisionamiento de la red.

La conclusión es que el 5G unido a la computación en la nube (y a otras tecnologías, por cierto) puede aportar mucha más potencia informática a muchas más personas y a sus empresas. Al igual que la computación en la nube ha nivelado el terreno de juego para las pequeñas empresas, dándoles también una ventaja disruptiva, el auge del 5G con la computación en la nube hará aún más rentable lo que se necesita para iniciar y dirigir un negocio.

Pronto veremos que los negocios se redefinen más como un concepto, con una ejecución que puede tener o no una oficina o una fábrica. Veremos cada vez más grandes empresas que no poseen ni alquilan ningún inmueble y esto incluye los centros de datos privados. Las empresas estarán completamente virtualizadas en cuanto a la forma de emplear a las personas y de fabricar y vender las cosas. Esta nueva forma de hacer negocios no sólo se convertirá en la corriente principal, sino que será un requisito previo para las empresas que quieran ser disruptivas en lugar de ser perturbadas.

El auge del 5G y de la computación en la nube no necesariamente hará que esto suceda, pero los bloques básicos están ahora en su lugar para un cambio rápido. Esto llevará la forma de hacer negocios al siguiente nivel. El futuro es ahora. Estoy listo.

Redacción CambioDigital-Ol.com – CWI.it

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