Tegucigalpa. – Han pasado dos semanas desde que la joven de 22 años, Angie Peña, desapareció misteriosamente el 1 de enero cuando exploraba el mar abierto a bordo de una moto acuática en West Bay, Roatán, Islas de la Bahía; desde ese entonces no hay rastros de su paradero.
Producto de las pocas pistas que existen -destacando que se encontró un chaleco y el cordón de la jet ski que supuestamente utilizaba la hondureña- el caso aún no se esclarece, las búsquedas son infructuosas y el tiempo no se detiene.
El padre de Angie Samanta Peña, Walter Peña, manifestó que el siente que su hija está con vida, sin embargo, cree que la tienen privada de libertad.
“Yo siento que mi hija está con vida, además que ella está raptada porque no hay indicios que ella haya tenido un accidente el mar, por eso llamo las autoridades para que hagan un barrido en tierra porque en el mar no está”, externó el desesperado progenitor.
No obstante, para las autoridades esta hipótesis es una de las que menos fuerza tiene, ya que, con el hallazgo del chaleco y la llave en las costas de Belice (elementos que están siendo examinados para determinar si pertenecían a Angie) y otras averiguaciones todo apuntaría a que la hondureña de 22 años sufrió un accidente en el mar.
“De momento las diligencias no nos orientan a que este caso se trate de un rapto o secuestro, puesto que nadie se ha comunicado con los familiares, por lo que eso queda descartado por ahora”, indicó el portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Cristian Nolasco.
DPI realiza el traslado de elementos encontrados en las costas de Belice que podrían estar relacionados en caso de Angie Peña.
Es preciso destacar que Peña ha sido buscada por mar, tierra y aire, además, existe una alerta amarilla de la Interpol emitida en 195 países con el objetivo de dar con su ubicación.