Kit Connor y Joe Locke protagonizan la serie ‘Heartstopper’ – Netflix
Si le preguntan qué última serie ha visto en Netflix, puede que no recuerde ningún título concreto. Quizás porque ha visto demasiadas en muy poco tiempo. O quizás porque no ha visto ninguna últimamente. Netflix está en entredicho tras haber perdido suscriptores durante el primer trimestre del año y aunque la plataforma se escuda en haberse dado de baja en Rusia y en que la gente comparte la cuenta, es evidente que su inabarcable catálogo deja que desear. Seguramente haya visto ‘Gambito de dama’ y ‘El juego del calamar’, dos exitosos títulos apenas promocionados antes de su estreno, pero hay otros, de menor alcance, que merecen una oportunidad.
Heartstopper
Llega sin traducción (con razón, pues no la tiene: ¿’bombazo’?) esta comedia romántica británica, apañada y tierna, sobre dos jovencitos, compañeros de pupitre, que se enamoran.
La serie de ocho episodios, adaptación del cómic homónimo escrito por Alice Oseman (27, la tía), es una melodía conocida y sigue paso por paso una receta aparentemente fácil. Aquí, chico conoce chico. Están los amigos (siempre hay un celoso por el ‘robo’), están los familiares y están los docentes. Todo en su justa medida. Añade detalles de animación. Y, como en ‘Élite’, suena Chvrches en una fiesta. Aquí no hay fiambre. Lo fantástico de ‘Heartstopper’ es el buen gusto cinéfilo y literario de sus pedantes adolescentes. ¡No les queda!
La directora (The Chair)
Se estrenó en agosto. En la segunda quincena. Como si a Netflix le diera vergüenza. Se vendió como la nueva serie de los señores que adaptaron ‘Juego de Tronos’. Aquí solo producen. La creadora es la actriz Amanda Peet, aquí también productora junto a la intérprete protagonista, Sandra Oh (‘Killing Eve’, descanse en paz), como una docente que acaba siendo jefa del departamento de literatura de una universidad. La tía –madre adoptiva soltera– es buena en lo suyo, pero de ella se espera algo más por ser de ascendencia coreana. O sea, más diversidad. La savia nueva es David Duchovny (‘Expediente X’) haciendo de sí mismo. El tío está licenciado en literatura.
Les acompaña el actor Jay Duplass como un profesor en horas bajas al que acusan de nazismo por una broma de mal gusto. La cultura de la cancelación. También salen Bob Balaban y Holland Taylor (divertidísima), secundarios de su propia ‘sitcom’ setentera. Son seis episodios de media hora. A la serie le interesa lo justo, lo mínimo, la libertad de expresión en la universidad. El edadismo. ‘La directora’ acaba siendo una comedia romántica. Y suena The Smiths (seguramente la creadora se crió escuchándolos). El mejor cumplido para ‘La directora’ es que podría haber sido de HBO.
Master of None
A quien sí cancelaron fue al creador de ‘Master of None’, Aziz Ansari, que esperó a que las aguas se calmasen (una cita le acusó de saltarse el consentimiento) para rodar una nueva temporada de esta comedia romántica sobre un mindundi en Nueva York (e Italia). La tercera parte llegó sin apenas promoción en mayo. Y sin él delante de las cámaras; solo un cameo, donde se debate sobre el uso del pijama (¡en contra!), para no confundir a los pocos fans.
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