Uno de los soldados de las fuerzas especiales rusas asesinados en Mariupol (Imagen: redes sociales/ East2west News)
Soldados mutilados, heridos o con la cara desfigurada. Las imágenes que se han hecho públicas sobre los últimos soldados del ejército de Ucrania que resisten en la acería de Mariúpol se encuentran entre las más duras vistas hasta ahora desde que comenzó la invasión rusa el pasado 24 de febrero.
Por 20minutos
Allí, en las galerías subterráneas de este enorme complejo industrial, llevan más de dos meses resistiendo a los ataques rusos casi sin medicinas, comida y agua alrededor de un millar de soldados.
La semana pasada, un extrabajador de la acería de Azovstal facilitó la ofensiva de las tropas rusas a la planta al informarles de dónde se encontraban las entradas de los túneles de la acería.
El hombre que ayudó a los soldados fue electricista en Azovstal y conocía la morfología de la acería, según ha informado Anton Gerashchenko, asesor del ministerio de Asuntos Internos de Ucrania.
En la acería, no obstante, ya solo quedan militares. El jefe del batallón Azov, unidad que defiende la acería, “declaró oficialmente” al Gobierno y a un representante de la ONU que “no hay ningún civil, ninguna mujer, niño o persona de edad avanzada”, desmintiendo así las informaciones que afirmaban que aún quedaban civiles en la planta pese a las evacuación de al menos 334 personas la semana pasada.