Rusia ejerce el control militar sobre una quinta parte del país invadido
Rusia ha necesitado casi tres meses de conflicto en Ucrania para lograr una conexión completa por tierra entre la península de Crimea, que el Kremlin ocupa ilegalmente desde 2014, y las áreas separatistas prorrusas en Donetsk y Lugansk. La rendición -esta semana- de los combatientes que quedaban en la acería de Mariupol permite a Moscú ejercer su control marcial en toda la costa ucrania del mar de Azov. El avance ruso se encuentra estancado desde hace semanas en el este y el sur del país, pero controla gran parte de las provincias ucranias de Jersón, Zaporiyia, Donetsk, Lugansk y Járkov. Aun con reveses, el territorio ucranio sometido actualmente es mucho más amplio que el que estaba bajo influencia rusa antes de la invasión.
Por El País
Evolución de la presencia militar rusa en Ucrania
Zonas de control y avance de las tropas rusas. Crimea, anexionada por Rusia en 2014, y Donbás, bajo control de separatistas prorrusos, aparecen rayadas
De desgajarse el territorio ocupado por los rusos, Ucrania perdería toda salida al mar de Azov, una amplia franja de costa del mar Negro y la zona más oriental del país. Un análisis de EL PAÍS de los mapas que actualiza diariamente la organización estadounidense del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) indica que Ucrania perdería, incluida Crimea, cerca de un quinto de su territorio, más de 100.000 kilómetros cuadrados, equivalente a las comunidades españolas de Andalucía y la Comunidad Valenciana juntas.
Las fases del conflicto: invasión, repliegue al sudeste y desgaste
La operación rusa en Ucrania arrancó el 24 de febrero con una fulgurante invasión inicial que, al verse lastrada por las bajas y los problemas logísticos, llevó al Kremlin a replegar a sus tropas al este y al sur del país. Una vez centradas las tropas rusas en su nuevo objetivo, el intento de controlar la región del Donbás se ha visto ralentizado por la resistencia ucrania, que contiene el avance de las tropas de Putin en una zona fuertemente militarizada desde hace ocho años.
La entrada en tromba de los rusos por las fronteras a finales de febrero llevó a los destacamentos del Kremlin hasta las puertas de la capital. Occidente entendió entonces que el propósito de Putin era tomar las principales ciudades del país para obligar a que cayese el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, y poner en su lugar un gobernante que contase con el beneplácito del Kremlin.
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