La periodista Claudia Aguilera, esposa del fiscal Marcelo Pecci, habló con SEMANA y contó la escena de terror que vivió en un hotel de la isla de Barú. – Foto: Cortesia
En el apartamento 1804 de una urbanización popular del barrio La Aurora, noroccidente de Medellín, se ocultaban desde hacía varios días el colombiano Eiverson Adrián Zabaleta Arrieta, de 23 años, y el venezolano Wendre Still Scott Carrillo, de 31 años.
Por eltiempo.com
Ambos, según la Fiscalía, son parte de la banda que ejecutó el crimen del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, el pasado 10 de mayo, en la isla Barú, en Cartagena.
La Fiscalía asegura que después hacerle tres disparos en el cuello y en un costado, Scott Carrillo y otro hombre (que no ha sido capturado) salieron de la zona de playa, donde los estaba esperando Zabaleta Arrieta en un carro Renault Sandero, color gris.
Todos llegaron a Termicartagena, la terminal de transporte de La Heroica, y salieron por tierra a Medellín donde semanas atrás habían sido contratados por Francisco Luis Correa Galeano, un exmilitar señalado de ser el ‘cerebro’ del crimen.
Un informante fue clave para llegar al apartamento 1804, en donde los investigadores hallaron, a las 6:21 de la mañana del pasado 3 de junio, a Zabaleta y a Scott, en compañía de dos mujeres venezolanas y un bebé de seis meses.
EL TIEMPO estableció que Scott, el señalado sicario, ingresó de manera ilegal a Colombia por la frontera con Ecuador. Y permanecía en Medellín desde septiembre de 2019. Ahora se verifica si pertenece a una de las más poderosas bandas criminales de ese país: el llamado ‘Tren de Aragua’.
Pistolas y facturas
Dentro del apartamento, hombres del CTI, del Gaula de la Policía y de la Dijín hallaron arma de fuego tipo traumática Zoraki, con láser, proveedor y 17 cartuchos.
Además, una caja blanca con munición de arma traumática 9 milímetros, marca OZK con 33 cartuchos, kit de aseo, manual de uso y al lado una factura por 4’798.000 de pesos. La fecha del recibo es del 13 de mayo, tres días después del crimen de Pecci por el que se habría pagado 120.000 dólares.
En la habitación principal también había 350 mil pesos colombianos en billetes de 50, 20 y 2 mil. Además, objetos metálicos, presuntamente de oro: 8 anillos y una cadena.
También se encontró otra factura, por 600 mil pesos, a nombre de Zabaleta, de la compra de un televisor, el 24 de mayo pasado. Diez días antes habían comprado un celular Huawei A1 JKM, por 970.000 pesos, que pusieron a nombre de un ciudadano venezolano cuya cédula y licencia de conducción también se encontró en el apartamento 1804.
Las otras facturas
En el lugar también se encontró un celular Samsung Galaxy A70; cuatro Sim card Claro; tres tarjetas de Claro sin la SIM card; una SIM card sin identificar el operador, dos memorias Micro SD y una tarjeta de Movistar.
Todo indica, que los dos capturados en ese lugar hicieron otras compras tras cometer el crimen. Según el acta de allanamiento, había siete facturas más, por 3’569.900 pesos expedidas entre el 13 y el 22 de mayo.
Y en un bolso color beige había unos aretes, 450 mil pesos y cinco facturas por un total de 3′ 937.650 pesos. Una de ellas, de fecha del primero de junio, es expedida por una compraventa.
También se encontró la licencia de tránsito 1023943236 que pertenece al vehículo de placas EBY559, otra factura, por 599.950 pesos y un registro civil de nacimiento a nombre de Nelson Leonardo Jiménez.
La cámara de la pareja que siguió a Pecci
En el allanamiento de captura de Cristina Camilo Monsalve Londoño y de su señora madre, Marisol Londoño Bedoya, en la urbanización Arroyo de los Bernal, se encontraron una cámara fotográfica y seis celulares.
Monsalve y su madre se encargaron de seguir a Pecci y a su esposa, quienes se encontraban de luna de miel en Cartagena. Por eso, no se descarta que en la cámara incautada se encuentren las imágenes de las labores de inteligencia que hicieron.
El lunes en la noche, luego de que cuatro de los cinco capturados aceptaron los cargos de homicidio y porte ilegal de armas agravado, se supo que varios están interesados en colaborar con la justicia.
El único que no aceptó cargos fue el exmilitar Francisco Luis Correa Galeano.
