New York – Los fiscales y el abogado del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, quien enfrenta en Estados Unidos cargos de tráfico de drogas, pidieron este lunes al juez del caso que firme una orden que designa como confidenciales algunas pruebas del caso para proteger la seguridad de los testigos durante el juicio.
Hernández es acusado por tres cargos de tráfico de drogas, por lo que en septiembre habrá una audiencia para la presentación de las pruebas y el juicio está prevista a iniciar el 17 de enero de 2023.
El exmandatario actualmente está preso en la cárcel Metropolitan Detention Center, en Brooklyn.
En ese sentido, en una carta disponible en el sistema electrónico de las cortes federales estadounidenses y difundida por agencias internacionales, fiscales del distrito sur de Nueva York y los abogados de Hernández dijeron que algunas pruebas contra el exmandatario supondrían “un riesgo significativo de daño” a testigos si éstas se hicieran públicas.
Si se devela la información, se podría identificar a testigos o personas involucradas en el caso, que podrían ser entonces víctimas de extorsión o amenazas, añade la carta.
En la orden enviada al juez Kevin Castel, abogados y fiscales dicen que el equipo de defensa de Hernández no puede hablar sobre pruebas confidenciales del caso con medios de comunicación, ni hablar de ellas en internet o sacarlas fuera del país.
Hernández, quien presidió el país por dos periodos consecutivos de 2014 a 2022, fue extraditado a Estados Unidos en abril pasado y se enfrenta a tres cargos: asociación delictiva para importar cocaína, posesión de armas y herramientas destructivas y asociación delictiva para usar armas y herramientas destructivas.
Estados Unidos le acusa de participar en una conspiración para permitir que carteles de la droga enviaran miles de kilos de cocaína a Estados Unidos a cambio de millones de dólares en sobornos.
Específicamente, el gobierno estadounidense acusa a Hernández de traficar 500 mil kilogramos de cocaína entre 2004 y 2022, además de participar en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela.