Hong Kong – MTR Corporation, compañía operadora del Metro de Hong Kong, anunció que cerrará sin aviso estaciones en caso de que se registren «peleas, vandalismo u otros actos violentos» en el marco de las protestas que se suceden en la ciudad desde hace semanas, informa hoy el diario local South China Morning Post.
Este movimiento se produjo tras la publicación por la prensa estatal china de artículos en los que atacaba a la empresa después de que ésta fletase trenes gratuitos este miércoles para que los manifestantes pudieran marcharse de la estación de Yuen Long, donde el pasado 21 de julio resultaron heridos 45 de ellos tras un ataque de supuestos miembros de las tríadas (las mafias chinas).
Miles de personas se concentraron este miércoles para rechazar aquel ataque; algunos grupos de manifestantes utilizaron el mobiliario de la estación para construir barricadas que evitasen el acceso de la Policía, que se apostó fuera de las instalaciones pero no llegó a entrar, como sí había hecho en otras ocasiones.
La empresa -controlada en el 75,28 % por el Gobierno de Hong Kong- advirtió en el comunicado que emitió anoche de que, en futuras ocasiones, la Policía «podría tener que entrar en las estaciones para tomar las medidas adecuadas de aplicación de la ley cuando sea necesario».
En muchas ocasiones desde que las protestas se tornaron multitudinarias a principios de junio, los manifestantes han acabado refugiándose en las estaciones de metro, donde, según las recomendaciones de los fabricantes, la Policía no debería usar gas lacrimógeno, aunque el pasado día 11 sí lo hizo en la parada de Kwai Fong tras una manifestación que dejó enfrentamientos violentos.
Según fuentes conocedoras de la situación interna citadas por el South China Morning Post, el consejero delegado de la firma, Jacob Kam, se enfrenta a una «tremenda presión» por parte de Pekín: «No están contentos con el desempeño de MTR Corporation a la hora de encargarse de los manifestantes y del personal que los apoya».
«Creen que Kam ha sido demasiado flojo. Le han metido una presión tremenda para que tenga la situación bajo control», agrega esa fuente.
Según la prensa local, Pekín ha incrementado la presión sobre las firmas en Hong Kong para que no presten ningún tipo de apoyo a los manifestantes: por ejemplo, después de que Aviación Civil alertase de supuestos problemas de seguridad, la aerolínea de bandera hongkonesa, Cathay Pacific, despidió a dos pilotos que habían participado directa o indirectamente en las protestas.
Las multitudinarias protestas en Hong Kong se han sucedido desde principios de junio.
En un principio, las manifestaciones mostraban su rechazo a un proyecto de ley de extradición presentado por las autoridades locales, que permitiría la entrega de sospechosos a jurisdicciones sin acuerdos previos como la China continental, algo que los opositores al texto consideran como el fin de las garantías judiciales que ofrece el sistema hongkonés.
No obstante, las protestas han ido evolucionando hacia demandas más amplias sobre los mecanismos democráticos de la ciudad y hacia el rechazo a la creciente influencia de Pekín en los asuntos locales.
Bajo el modelo «Un país, dos sistemas», el Gobierno chino se comprometió a salvaguardar la autonomía de Hong Kong y a respetar una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental hasta 2047, tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas.
EFE