San Pedro Sula – Los cuatro migrantes hondureños, que han sido identificados hasta el momento y que perecieron en un tráiler en San Antonio, Texas, eran en su mayoría originarios de una comunidad de Santa Bárbara y miembros de un núcleo familiar, indicaron sus parientes que les identificaron.
Los hondureños parte de la misma familia son Fernando José Redondo Caballero y Alejandro Miguel Andino Caballero, así como Margie Tamara Paz Grajeda, originarios de Las Vegas, Santa Bárbara.
Fernando José tenía 19 años, mientras Alejandro Miguel 22, ambos eran hermanos, en tanto que, Margie Tamara tenía 20 y era la esposa de Alejandro Miguel.
Según lo indicado por un familiar, los tres salieron del país hace 20 días rumbo a los Estados Unidos. La última comunicación que tuvieron fue hace cuatro días, cuando comunicaron que ya habían cruzado la frontera de México y que ya estaban en territorio estadounidense.
“Yo les di mi bendición y solo les dije: hijos triunfen porque aquí no se pudo”, expresó doña Karen, madre de Alejandro y Fernando, hermanos migrantes muertos en San Antonio.
“Margie era mi nuera, pero yo la quería como una hija”, añadió la adolorida mujer, que ahora llora la muerte de los jóvenes.
Manifestó que por ahora no tiene cabeza para pensar en otra cosa más que llorar a las víctimas, pero espera que las autoridades hondureñas puedan repatriar sus cuerpos.
“Quiero procesar esta situación, este dolor, todo lo que como familia estamos sintiendo”, expresó entre sollozos.
“Quiero tener privacidad con mi familia. Quiero llorar a mis hijos yo sola, con mis padres, hija y hermano”, concluyó.
De su lado, la otra víctima ha sido identificada como Adela Betulia Ramírez Quezada de 28 años, originaria de Cuyamel, Omoa, Cortés, Caribe de Honduras y se informó que había salido de Honduras desde hace 25 días.
Betulia Machado, tía de Adela, reveló a medios locales que, la joven de 28 años de edad tenía como destino final llegar a la ciudad de Los Ángeles, California, donde residen su madre y dos hermanas.
Otra de las tías identificada como Blanca, dijo que la joven “Se fue para ayudarme a mí”, lamentando la irreparable pérdida.
“A mí no me dijo que se iba, yo no la hubiera dejado ir… pero Dios sabe lo que hace”, lamentó.
“Ella se fue a despedir de mí y le dije no te vayas, uno puede vivir aquí”, expresó de su lado doña Adela, abuela de la migrante que falleció en la tragedia.
“Ella dijo voy a buscar a mi madre y lo que buscó fue la muerte”, lamentó
En el tráiler viajaban más de 80 personas, de las cuales fallecieron 51 debido por la falta de oxígeno y el golpe de calor que ocasionó la tragedia migratoria.