Tegucigalpa. – La Iglesia Católica cuestionó este domingo durante la homilía celebrada en la iglesia catedral metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, la necesidad exagerada de reconocimiento, de ser superiores sobre los demás, de tener posiciones más altas, estar más adelante.
La homilía fue oficiada por el sacerdote Orbin Morales, vicario de la catedral metropolitana de Tegucigalpa, quien recordó el pasaje bíblico en la que Jesús participa en un banquete donde ve que los comensales quieren los puestos más importantes, entonces el Señor interviene y se sirve de la imagen plástica del banquete para desmantelar esas actitudes.
Jesús comienza descalificando a quienes buscan ser los primeros, de quienes buscan el prestigio, se dejan llevar por la necesidad exagerada de ser reconocidos, de ser importantes, de recibir honores ante los demás y ante Dios, acotó Morales.
Apuntó que eso es lo que sucede actualmente en nuestra vida y en nuestra sociedad donde predomina la necesidad imperiosa de ser importantes nos arrastra, estamos inmersos en una búsqueda insaciable de ocupar los primeros puestos en todo.
Se preguntó si será está solamente la escala de valores de los fariseos, no es también la escala de valores que prevalece en nuestra sociedad y en nosotros mismos.
Acotó que por eso Jesús dice que el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido en la comunidad que Él quiere instaurar.
Apuntó que Jesús nos invita a actuar desde la gratuidad, a liberar nuestra capacidad de amor gratuito, de comunión y de solidaridad con los pobres, opuesto totalmente frente a lo lógica de quien busca destacar, de ser reconocido, de ser importante y de excluir a los demás por su condición social.
“Necesitamos hacernos atentos a esa pobreza inmensa, creciente y vergonzosa de tantos pueblos hundidos en el hambre y la miseria, también a otro tipo de pobreza por la ausencia del amor como lo son tantas personas que viven en soledad, ancianos, enfermos, migrantes, dichoso tu porque no pueden pagarte”, acotó.
Agregó que “hemos construido una sociedad donde predomina el intercambio, el provecho y el interés”.
“Vivimos en una sociedad del espectáculo, vivimos en un mundo en el que admiramos a los famosos y en la que competimos por los mejores puestos”, fustigó el prelado.
Por esa razón, señala que Jesús invita a ir más lejos, donde la búsqueda del interés y del prestigio deja paso al valor de la gratuidad.
“Jesús nos invita a actuar desde la gratuidad y liberar nuestra capacidad de amor gratuito de comunión y de solidaridad con el pobre”, acentuó.
En ese sentido, refirió que “somos llamados” a compartir nuestra vida de forma gratuita.
Pidió orar y pedir al Señor que se busque más recompensa que su amor.