El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, habla hoy durante una rueda de prensa en el Palacio Nacional, en Ciudad de México (México). EFE/ José Méndez
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reveló este martes que declaró el Tren Maya, su proyecto emblemático del sureste del país, como una obra de “seguridad nacional” para continuar su construcción a pesar de los amparos obtenidos por ambientalistas.
“Ya se decidió que es un asunto de seguridad nacional y que no por los intereses de un grupo de corruptos y de pseudoambientalistas vamos a detener una obra que es en beneficio del pueblo”, expresó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
La declaración del presidente se produce un día después de una protesta de Greenpeace, que denunció el reinicio ilegal de las obras del tramo 5 del Tren Maya, que va de Cancún a Tulum, en el estado de Quintana Roo, y que estaba suspendido por órdenes judiciales tras amparos obtenidos por ambientalistas y comunidades originarias.
López Obrador reconoció ahora que la obra, a cargo del Ejército, reinició hace una semana con el argumento de que el tiempo que llevaba parada representaba “un alto costo” para el presupuesto, que “es dinero del pueblo”.
“Son obras públicas y no podemos aceptar que los intereses de grupos, de facciones, se sitúen por encima del interés general. Eso correspondía a la época del neoliberalismo”, sentenció el presidente.
El Tren Maya es uno de los proyectos prioritarios del presidente López Obrador, con una inversión de alrededor de 200.000 millones de pesos (unos 10.000 millones de dólares), para construir más de 1.500 kilómetros de vía férrea en cinco estados del sureste: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En los últimos meses, activistas han obtenido amparos y han exigido al Gobierno suspender el tramo 5 por haber provocado la tala de miles de árboles, contaminar ríos subterráneos y dañar patrimonio natural y arqueológico.
El mandatario negó que su Gobierno incurra en desacato judicial al reactivar la obra porque “hay un procedimiento legal establecido”, que consiste en que “se decidió sobre algunas autoridades y ahora se utilizó otro procedimiento, el que la obra se considera de seguridad nacional”.
“Ante los jueces se lleva a cabo el procedimiento para terminar de demostrar que no hay ningún daño, eso se continúa, pero además por ser un asunto de seguridad nacional se tomó un acuerdo”, insistió.
Aún así, el presidente aseveró que “la obra va avanzando” y que no podía esperar a que el juez resolviera.
“Vamos a seguir y vamos a cumplir para entregar el Tren Maya en diciembre del año próximo”, zanjó.
EFE