Un turista camina por la principal vía turística de La Habana Vieja, Cuba. REUTERS/Alexandre Meneghini
Cuba, con problemas de liquidez, dio la mala noticia a los residentes el lunes por la noche de que no se vislumbra el final de los apagones que perturban sus vidas y la economía.
Por Marc Frank | Reuters
Los cortes de energía fueron una de las principales causas de los disturbios sociales generalizados hace un año y han seguido afectando a la isla en los últimos meses, incluso cuando el movimiento de protesta se extinguió en su mayoría.
“Las reservas operativas que tenemos en el sistema eléctrico son insuficientes para cubrir la demanda, por lo que los efectos en el servicio son inevitables”, dijo el ministro de Energía y Minería, Liván Arronte Cruz, durante una discusión sobre la red eléctrica en la televisión estatal el lunes por la noche.
El ministro dijo que las averías de las 20 centrales eléctricas de Cuba, en gran parte obsoletas, cuyo mantenimiento se ha pospuesto por falta de fondos, se combinaron con incendios este año en dos generadores para frustrar las esperanzas de poner fin a los apagones durante los calurosos meses de verano y quizás hasta el próximo año.
Arronte dijo que los precios más altos del combustible tuvieron el efecto de agotar los recursos y solo un papel menor en los apagones, principalmente interrumpiendo los generadores de respaldo.
Cuba importa más del 50% de su combustible, principalmente de Venezuela. Sus plantas de energía queman un crudo local pesado y corrosivo. Solo el 5% de la electricidad proviene de fuentes alternativas.
La Habana se ha librado en gran medida de los apagones diarios que pueden durar cuatro horas o más y repetirse durante un período de 24 horas.
Los cortes de energía reflejan una crisis económica cada vez más profunda que comenzó con nuevas y duras sanciones estadounidenses en 2019 y empeoró con la pandemia y ahora con la invasión rusa de Ucrania.
Las sanciones y los precios altísimos de los alimentos, el combustible y el transporte marítimo han puesto de manifiesto la dependencia de las importaciones y vulnerabilidades como el deterioro de la infraestructura.
La economía del país gobernado por comunistas disminuyó un 10,9% en 2020, recuperándose solo un 2% el año pasado.
Los cubanos han soportado más de dos años de escasez de alimentos y medicinas, largas filas para adquirir bienes escasos, altos precios y más. Los apagones solo se han sumado al dolor y la frustración, lo que ha provocado un éxodo de más de 150.000 personas desde octubre, principalmente hacia Estados Unidos.