Nueva York. -Naciones Unidas advierte que se espera que 2.2 millones de personas sufran hambre en Somalia y que corren el riesgo de morir de inanición, en medio de una sequía generalizada que marchita los cultivos y que lleva a que las cosechas de esta nación del este de África se sitúen 70 por ciento por debajo de la media en algunas zonas.
La ONU informa que los patrones climáticos poco predecibles y las “perturbaciones climáticas” se suman a la pobreza generalizada, dejando a millones de somalíes en una situación de hambre y malnutrición graves.
Los países del Cuerno de África se enfrentan a la peor sequía de las últimas décadas. A esta situación, que está acabando con cultivos y ganado al sur de Somalia, se suma un repunte de la violencia de las milicias de Al Shabaab en este país provocando altas tasas de desnutrición.
Tras años de conflicto, Somalia es una de las crisis más prolongadas del mundo con 6.2 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria: la mitad de la población del país.
FAO alerta de una sequía desastrosa en Somalia
Una sequía desastrosa en Somalia podría dejar a unos 2.2 millones de personas -casi el 18 por ciento de la población- al borde del hambre aguda durante el período de julio a septiembre, advirtió la FAO. La agencia de la ONU emitió una alerta especial sobre Somalia, que indica que se espera que la cantidad de personas hambrientas en el país este año sea un 40 por ciento superior a las estimaciones realizadas a principios de 2019.
El deterioro del estado nutricional también es motivo de gran preocupación, según la alerta. Las tasas de malnutrición aguda y el número de niños con desnutrición aguda que ingresan en centros de alimentación terapéutica han aumentado considerablemente en 2019.
Una importante falta de lluvias en abril y principios de mayo ha dejado hasta el 85 por ciento de las tierras de cultivo en las granjas del país secas y áridas y, según las últimas proyecciones, los alimentos cultivados durante la temporada “Gu” probablemente estén un 50 por ciento por debajo del promedio.
La sequía afecta gravemente a los pastores y a su ganado
Las escasas lluvias que ha habido desde octubre de 2018 también se han cobrado un alto precio entre los pastores y su ganado, ya que la vegetación se ha ido secando y el agua es cada vez más escasa. La alerta de la FAO advierte sobre un número preocupante de animales en muy malas condiciones de salud, debido al bajo peso corporal y a las enfermedades inducidas por la sequía, en las regiones del centro y norte del país.
«Los pastores de las zonas más afectadas por la sequía, como la céntrica Galgaduud y las regiones del norte de Bari y Sanaag, se han visto obligados a sacrificar las crías de sus cabras y ovejas, ya que no tienen suficiente forraje ni agua para todos sus animales, y deben de tratar de salvar a las hembras que producen leche”, afirmó el representante de la FAO en Somalia, Serge Tissot.
“Muchos pastores no han podido reemplazar el ganado perdido durante la sequía de 2017, que devastó el país, por lo que ya tienen menos recursos. Ahora, además de eso, a medida que los alimentos y el agua se vuelven cada vez más escasos, tienen que pagar precios más altos por el agua que llega en camiones y por su comida diaria», agregó Tissot.
Hay que actuar ahora para evitar la pérdida de vidas
La sequía y el agotamiento temprano de las reservas de alimentos, agravado por la disminución de las oportunidades de empleo y los bajos salarios de los agricultores, la escasez de productos pecuarios en las zonas pastoriles, así como la escalada del conflicto y la disminución de la asistencia humanitaria desde principios de 2019, han provocado un fuerte deterioro de la situación de la seguridad alimentaria en el país.
La FAO está ampliando su respuesta para evitar que una situación humanitaria ya alarmante empeore. Para hacerlo, la FAO necesita con urgencia más fondos. El objetivo es apoyar a dos millones de personas afectadas por la sequía este año, proporcionando apoyo vital a los medios de subsistencia, como asistencia en efectivo, semillas de calidad, herramientas y otros servicios agrícolas para que los agricultores puedan aprovechar al máximo la próxima temporada de siembra.
Para proteger al ganado que queda, los pastores también necesitan apoyo vital, especialmente agua y pienso suplementario. Además, las campañas de salud animal en todo el país deben implementarse rápidamente, empezando por tratamientos de emergencia para mantener a los animales vivos, sanos y productivos. Actualmente, la FAO tiene una brecha de financiación de unos 115 millones de dólares.