Tegucigalpa – Un 52 por ciento de los hondureños considera que su situación económica ha empeorado y piden acciones concretas al gobierno de la presidenta Xiomara Castro para no perder las esperanzas de un cambio.
Las principales preocupaciones de los hondureños son el alto costo de los productos básicos y el desempleo, revela la encuesta realiza por la firma Cid Gallup financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
«Lo que se percibe es que en Honduras en general hay un negativismo y que a pesar de que hace un poco más de un año había una cierta expectativa positiva esta ha venido cayendo», señaló el expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Julio Raudales.
El estudio detalla que el 65 por ciento de los encuestados dejó de comprar en el supermercado por falta de dinero y un 59 por ciento dejó de comprar proteínas como carnes rojas, pollo, pescado, embutidos y huevos.
«Sin lugar a dudas que hay una relación directa con la capacidad adquisitiva del hondureño para poder comprar estos alimentos, pero también puede tener que ver con las prioridades que la gente tiene con relación al gasto», indicó el, director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) Guillermo Cerritos.
La población confirma que la situación económica es crítica porque el dinero no les ajusta y piden acciones concretas al gobierno a fin de recobrar las esperanzas de un cambio.
«Creo que es muy difícil que bajen los precios, muy difícil que haya más empleo entonces entre menos desempleo va haber mayor alza a los productos y no creo que mejore», comentó la consumidora Florencia Bueso.
«Por los momentos lo que estamos mirando no hay una esperanza solo que las autoridades del gobierno cambien de actitud y podemos ver que hay una esperanza aquí en nuestro país», arguyó el productor nacional, Carlos Martínez.
Aunque el 66 por ciento de los encuestados considera que el país va por el rumbo equivocado, el 55 por ciento aprueba la gestión de la presidenta Xiomara Castro que aunque ha bajado es una buena aceptación que la mandataria debe de aprovechar para resolver los problemas que aquejan a la población afirma el economista, Julio Raudales.
«Desde enero del año pasado y se nota que si ha habido una disminución acelerada en el aprecio que se le tiene a la presidencia, aunque repito sigue siendo alta», comentó el también rector de la Universidad Privada José Cecilio del Valle.
Según el documento el 47 por ciento de los hondureños aún tiene la esperanza de que la situación cambiará, pero el 40 por ciento afirma que empeorará.
Debido a la falta de oportunidades principalmente de empleos según esta encuesta el 66 por ciento de los hondureños tiene intención de migrar del país.
