San Pedro Sula. – Tras el fallecimiento de varios hondureños bajo la sospecha de ser portadores del coronavirus Covid-19, las autoridades procedieron a enterrar los cadáveres en un predio de Villanueva, Cortés, norte de Honduras.
Los cuerpos fueron trasladados con las medidas de bioseguridad, desde la morgue del hospital Leonardo Martínez en San pedro Sula, hasta Villanueva.
Inicialmente se tenía planificado sepultarlos en el cementerio de ese municipio, sin embargo, los pobladores de la zona se opusieron, situación que obligó a las autoridades a realizar la acción en un predio privado en la localidad de Dos Caminos.
El traslado de los difuntos y el entierro en una localidad aislada, fue resguardado por agentes del orden, para evitar cualquier incidente considerando el malestar de la población.
Ante la oposición de la ciudadanía, el alcalde de esa municipalidad, Walter Perdomo, informó que se buscará otro lugar para sepultar los muertos por el mortal virus.
Cabe señalar que la experta epidemióloga, doctora Roxana Araujo aclaró que la vela y el entierro de un difunto por Covid-19 se prohíbe para evitar la propagación del virus por parte de las personas que convivieron con ella, descartando que el cadáver sea un foco de infección ya que después de fallecido el cuerpo no puede toser ni estornudar.