Juticalpa – La situación de violencia en el departamento de Olancho ha alcanzado un punto crítico, motivando a los alcaldes de varios municipios a solicitar una revisión urgente del estado de excepción, argumentando que, hasta ahora, no ha dado los resultados que la población exige.
La preocupación se ha intensificado en los últimos días tras reportarse la muerte violenta de personas pertenecientes a grupos en condición de vulnerabilidad. En el último mes, al menos dos niños y varias mujeres han perdido la vida en circunstancias violentas, lo que ha encendido las alarmas en toda la región.
Según las denuncias, uno de los principales factores que perpetúan la violencia es la alta tasa de impunidad. Se señaló que la constante rotación de los agentes policiales asignados a los casos impide un seguimiento adecuado de las investigaciones.
A menudo, los agentes son trasladados sin completar los procesos, y la única diligencia que se realiza en el expediente es el levantamiento del cuerpo.
Esta problemática se agrava porque los nuevos agentes que llegan no tienen conocimiento de las diligencias preliminares, lo que provoca que muchos casos queden estancados y sin resolver.
Otro obstáculo crítico para la justicia en la zona es la falta de una morgue judicial en la mayoría de los municipios de Olancho. Esta carencia obliga a los propios familiares de las víctimas a realizar los levantamientos sin que se practique la autopsia correspondiente.
Como resultado, se pierde valiosa prueba científica y la escena del crimen se contamina, dificultando aún más la labor de investigación y el esclarecimiento de los hechos.




