Estados Unidos. – Mientras las autoridades bahameñas temen que el balance final de muertes por el huracán Dorian sea «asombroso», algunos expertos advierten de que, con el calentamiento global, este tipo de eventos climáticos podrían llegar a ser cada vez más devastadores.
Timothy M. Hall, investigador del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (GISS), indica que existe «un fuerte consenso en la comunidad de la ciencia de los huracanes» acerca de que un clima más cálido «provoca más huracanes de alta intensidad, de categoría 4 y 5».
«Los detalles de las causas son complicados, pero una primera aproximación es la de que, sencillamente, hay más calor en el océano en un clima más cálido», sostiene el experto en declaraciones a Euronews, detallando que «este calor es, en esencia, combustible para los huracanes».
En particular, Hall explica que el agua más cálida se evapora con mayor facilidad, y que cuando el vapor es absorbido por la tormenta y se convierte en lluvia, hace que la tormenta sea más intensa.
Otro factor que puede acrecentar el daño potencial de estos fenómenos climáticos es el aumento del nivel del mar, que se viene acelerando desde la década de 1960, según un estudio publicado en Nature Climate Change.
De hecho, el Centro para Soluciones Climáticas y Energéticas (C2ES) estima que el aumento del nivel del mar «intensificó el impacto» del huracán Sandy, que causó en 2012 cuantiosos daños por valor de 65 mil millones de dólares en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. «Gran parte de estos daños estaban relacionados con las inundaciones costeras», señala C2ES.
Menos huracanes, más devastación
Según Hall, el calentamiento del clima podría incluso reducir la cantidad de huracanes, aunque la intensidad de las tormentas se reforzaría.
«Estas tormentas de alta intensidad son las que causan la gran cantidad de daños en tierra», indica el investigador, para concluir que, desde una perspectiva de riesgo de huracanes, «lo que más importa son las tendencias al alza en estas tormentas más fuertes».