Tegucigalpa – Eugenio Sosa, director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), ha revelado datos alarmantes sobre la situación laboral en Honduras, destacando que el 73% de la población trabaja en condiciones de informalidad, enfrentando además tasas significativas de desempleo y falta de acceso a seguros sociales.
Según Sosa, aunque la tasa de desempleo es del 6.4%, afectando a aproximadamente 250,000 personas, la principal preocupación no es la falta de empleo per se, sino las condiciones precarias de trabajo que enfrentan incluso los graduados universitarios con salarios insuficientes.
Durante la presentación del Análisis de Situación Socioeconómica de las Familias en el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), se informó que la tasa de desempleo ha disminuido al 6.9% en el último año, mejorando desde el 8.4% en 2022 y el 12.8% en 2021. Estas cifras, aunque representan una mejora, reflejan la necesidad urgente de seguir esforzándose para alcanzar niveles de empleo pre-pandémicos.
La discusión subraya la importancia de una reforma económica profunda y de largo alcance en Honduras. Sosa y otros expertos argumentan que para mejorar la calidad de vida de los hondureños, es crucial promover reformas estructurales que fomenten un crecimiento económico inclusivo y sustentable.
Estas reformas deberían centrarse en crear empleos dignos y bien remunerados que trasciendan la simple generación de puestos de trabajo.
El análisis del INE junto con el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (IIES-UNAH) concluye que una verdadera recuperación económica requiere no solo aumentar el número de empleos sino también mejorar su calidad.
Esto permitiría un avance significativo hacia la estabilidad económica y la reducción de la precariedad laboral en el país.