Tegucigalpa — La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Ana Paola Hall, hizo un llamado a evitar la politización de la lucha contra la violencia de género en el ámbito político, en medio de denuncias sobre el aumento de este tipo de agresiones tras la elección de Cossette López como presidenta del organismo electoral.
En declaraciones ofrecidas durante su participación en el programa Frente a Frente, Hall subrayó que las mujeres llegan a ocupar cargos de decisión por sus capacidades, las cuales describió como «diferentes» a las de los hombres, sin sugerir que sean superiores.
«Las mujeres ocupamos cargos de decisión porque contamos con capacidades diferentes. No diré que son mayores a las de los hombres, pero sí diferentes, y somos capaces de tomar decisiones fuertes basadas en nuestras convicciones», expresó.
Hall hizo un firme llamado a sus compañeras para no instrumentalizar la lucha contra la violencia política hacia las mujeres con fines partidistas. Señaló que su despacho actúa con firmeza ante casos de violencia política, sin importar la afiliación política de las víctimas. «No debemos politizar la defensa contra la violencia política hacia las mujeres», insistió la funcionaria.
La consejera también denunció que desde 2021 ha sido blanco de múltiples ataques, los cuales se intensificaron durante su postulación para el CNE en 2024. Estos ataques no solo la han afectado a ella, sino también a su compañera Cossette López, lo que sugiere, según Hall, un patrón más amplio de violencia política hacia las mujeres en Honduras.
Durante su intervención, Hall resaltó que a las mujeres en la política se les exige más que a los hombres, enfrentando parámetros y expectativas desiguales. «Las mujeres que participan en política son evaluadas bajo criterios más estrictos que los hombres, y esto no es justo», declaró.
Además, alertó sobre la peligrosa tendencia a normalizar la violencia hacia las mujeres en la política, una dinámica que, según Hall, afecta no solo a las mujeres en cargos de poder, sino a todas aquellas que aspiran a posiciones de liderazgo.
Criticó la actitud que obliga a las mujeres a soportar agresiones solo por estar en la vida pública, afirmando que «la participación en política o en actividades públicas no debe ser a cualquier costo».
Finalmente, Hall enfatizó que la violencia contra mujeres en cargos de poder no debe considerarse un ataque individual, sino un intento sistemático de «aleccionar» y «disciplinar» a todas las mujeres para evitar su ascenso a posiciones de liderazgo.