Tegucigalpa – El analista político Raúl Pineda opinó que la sentencia de 45 años impuesta al expresidente Juan Orlando Hernández equivale, de facto, a una cadena perpetua, dada su edad actual.
Hernández, quien podría ser liberado cerca de los cien años de edad, enfrenta además cinco años adicionales de libertad supervisada tras cumplir su condena en prisión.
Pineda destacó que, aunque técnicamente no se le ha impuesto una sentencia de por vida, en la práctica sí lo es.
Manifestó dudas sobre la efectividad de la defensa del exmandatario, señalando que el equipo legal podría no haber desempeñado su labor de la mejor manera, lo cual, a su juicio, quedó demostrado durante el proceso.
Con respecto a un posible recurso de apelación, el analista indicó que sería necesario presentar nuevos elementos significativos para considerar, algo que considera complicado debido a la exhaustividad con la que se manejó el caso en el juicio.
Pineda concluyó que ahora lo que resta para Hernández es aceptar su situación, emitir una declaración de arrepentimiento si lo considera apropiado, y proceder a cumplir la sentencia dictada.