Tegucigalpa – Crecientes críticas se han dirigido al Congreso Nacional por su gasto corriente, especialmente en el ámbito de los asesores y asistentes, con un analista de seguridad señalando una desviación de sus funciones esenciales.
Germán Licona, destacado consultor de cooperación internacional, expresó preocupación por la efectividad del Legislativo en sus roles legislativos y de desarrollo, criticando la asignación de recursos hacia actividades no productivas.
Según un informe reciente de la Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), el Congreso Nacional ha gastado este año alrededor de 106 millones de lempiras en pagos a asesores, asistentes y servicios de consultoría, una cifra que ha suscitado debate público.
Licona apuntó que algunos asesores del Congreso reciben sueldos superiores incluso al de la presidenta Xiomara Castro, con cifras que superan los 150 mil lempiras mensuales.
«Estoy ganando alrededor de 70 mil lempiras mensuales», mencionó Licona, «¿cómo es posible que se empiece a pagar arriba de 150 mil lempiras a asesores y asistentes en trabajos que no son productivos?».
Esta declaración pone de relieve la preocupación sobre la eficiencia en la utilización de fondos públicos y la priorización de gastos en el Congreso Nacional, instando a una revisión de las políticas de empleo y compensación dentro del organismo legislativo.