Tegucigalpa – Un grupo de personas que invirtieron en la financiera Koriun Inversiones realizó este viernes una manifestación pacífica en el sector de la López Arellano en la ciudad de Choloma, departamento de Cortés, como parte de su lucha por recuperar el dinero que aportaron a esta empresa no regulada.
La protesta se desarrolló específicamente en el carril que conduce de las ciudades de San Pedro Sula hacia Choloma, donde los manifestantes obstaculizaron el paso vehicular para llamar la atención sobre su situación y presionar por una respuesta gubernamental.
Los aportantes afectados extendieron su movilización pacífica hasta las mismas instalaciones de Koriun, manteniendo su demanda de que las autoridades del gobierno central les reconozcan el derecho de que se les devuelva su dinero.
Uno de los manifestantes expresó la desesperación del grupo al señalar que los aportantes no tienen alimentos, medicinas ni empleo, y necesitan una solución pronta de parte de la presidenta Xiomara Castro. La situación económica de los afectados se ha tornado crítica, ya que muchos invirtieron sus ahorros de toda la vida en lo que la Fiscalía ha calificado como una estafa piramidal.
La indignación de los manifestantes se intensificó al referirse a las promesas gubernamentales incumplidas. Otro manifestante comentó que el dinero que exigen que se les devuelva es «dinero limpio» y cuestionó duramente las acciones oficiales: «¿Dónde está el dinero? ¿Dónde están los 69 millones que supuestamente nos trajeron?, nos dieron atol con el dedo, solo trajeron bolsa con pesos y el dinero se lo llevaron y lo tiene el gobierno», increpó con evidente molestia.
Los manifestantes adelantaron que un grupo tiene planeado continuar marchando hacia el municipio de Puerto Cortés para comunicar directamente sus exigencias a otras autoridades locales, ampliando así su estrategia de presión social y política para obtener una respuesta satisfactoria a sus demandas.
Koriun Inversiones operó como una empresa no regulada por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) durante siete años, funcionando ante la vista y paciencia de las autoridades competentes sin la supervisión correspondiente.
La Fiscalía ha reiterado públicamente que se trata de una estafa piramidal, confirmando que la compañía operaba de forma completamente ilegal y que no existen registros contables confiables de sus accionistas que garanticen la disponibilidad de fondos para entregar a todos los aportantes afectados, lo que complica significativamente las posibilidades de recuperación total de las inversiones perdidas.