Tegucigalpa. – Con la dispensa de dos debates, el Congreso Nacional aprobó la noche de este martes el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el Ejercicio Fiscal 2021 por un monto de más de 288 mil 145 millones de lempiras.
El nuevo presupuesto fue aprobado con 76 votos a favor, 30 en contra y 1 abstención.
Un total de 162 mil 435.7 millones de lempiras se destinan a la administración central, lo que implica un incremento de dos mil 593 millones de lempiras respecto al presupuesto 2020.
Asimismo, para las instituciones descentralizadas se rebajaron las partidas presupuestarias en dos mil 717.4 millones de lempiras y el monto quedó en 125 mil 709.4 millones de lempiras al compararlo con el instrumento que está en vigor (128 mil 426.8 millones de lempiras).
Según el dictamen, en el Presupuesto se dejan establecidas las prioridades claras para asegurar los ingresos de forma realista y sustentada. Se canalizan recursos públicos hacia los programas y proyectos que mejor responden a las prioridades nacionales de desarrollo humano y apoyan la reactivación de la economía y generación de empleo, debido a que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) los daños causados por las tormentas tropicales Eta y Iota ascienden a más de 45 mil millones de lempiras.
Asimismo, la economía de nacional a julio de 2020, sólo con los efectos de la pandemia de la Covid-19, según cifras del Banco Central de Honduras (BCH) tenía pronóstico desfavorable entre el -8 y -7 por ciento. Con los efectos de la pandemia y de las tormentas tropicales se estima un decrecimiento económico para el ejercicio fiscal 2020 del -10 por ciento.
Por tanto, el Presupuesto Público implica fijar metas específicas, ejecutar planes para alcanzar metas y comparar periódicamente los resultados reales de dichas metas.
Además, el dictamen añade que estas metas que incluyen tanto objetivo a nivel global como objetivos por cada unidad ejecutora que se involucra en el funcionamiento del país, de igual forma el presupuesto supone una planificación, organización, coordinación y control; proporcionando estándares cuantitativos con respecto a los cuales se puede medir y comparar el comportamiento de los recursos gubernamentales y señala las desviaciones entre los resultados estándares y reales convirtiéndose así el presupuesto en un instrumento de control.
De igual forma, que el Presupuesto General está orientado a que la gestión de las finanzas públicas sea transparente, con probidad y corrección de las situaciones fiscales apremiantes como el control del déficit fiscal, el financiamiento al sector productivo con bajas tasas de interés y condiciones favorables, asistencia y protección social a los grupos vulnerables, las vacunas del Covid-19, así como de programas y proyectos que beneficien a la población hondureña.
Señala que el presupuesto para el ejercicio fiscal 2021 está basado en los principios presupuestarios de rendición de cuentas transparencia y estabilidad, dichos principios son consistentes con las mejores prácticas internacionales. También, se consideraron solicitudes formales de nuevas y cambios dentro de las disposiciones generales de distintas instituciones del Estado para fomentar mayores niveles de transparencia y rendición de cuentas.
Asimismo, contempla por economía parlamentaria la ratificación de las disposiciones presupuestarias que son repetitivas en años anteriores, aun y cuando cambien de redacción, presenten o adicionen pequeños cambios, sin modificación del espíritu de estas.
En conclusión, dicho dictamen asegura que el Proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República y de las Instituciones Descentralizadas, no rompe el techo presupuestario recomendado de la Secretaría de Finanzas y contempla modificaciones internas solicitadas por las mismas instituciones del Estado, así como las observaciones, comentarios y recomendaciones de las audiencias públicas de diciembre 2020, el informe de liquidación del tribunal superior de cuentas 2020 y de la informe de liquidación de las Secretaría de Finanzas 2020, asegurando la sostenibilidad de las finanzas públicas y reconociendo que es impostergable atender ciertos aspectos que supeditan las finanzas públicas a la política de desarrollo.