Tegucigalpa. – Matizando su estatus migratorio y amparado en la inmunidad que le daba el cargo de presidente de Honduras, el expresidente Juan Orlando Hernández, viajó a la ciudad de Washington, Estados Unidos, en noviembre pasado para presentar un libro (informe) antes de dejar el cargo, sobre los logros de su gestión como mandatario durante ocho años.
Fuentes oficiales confirman que el propio mandatario, antes de realizar ese viaje ya estaba enterado de la disposición adoptada por el Departamento de Estado desde antes del 01 de julio del 2021, donde él estaba incluido en la lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos y que el primer paso fue suspenderle la visa migratoria en ese país, pero por negociaciones especiales se «guardó en secreto» para no desestabilizar su gobierno ni el proceso electoral que se aproximaba o bien terminara su mandato.
Esto se colige, en la publicación que realizó el Secretario de Estado Antony Blinken este lunes, que hace pública la disposición de manera oficial, a través de un twitter: “Estados Unidos está promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en Centroamérica al hacer públicas las restricciones de visa contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, debido a acciones corruptas. Nadie está por encima de la ley”.
Al respecto, también la semana pasada, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Bob Menéndez, solicitó a través de una carta al Secretario de Estado, Antony Blinken, y a la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que se revocaran de inmediato la visa al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández y que se le sancione como un «importante narcotraficante extranjero», en aplicación de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico.
En la carta, Menéndez detalló varias evidencias incriminatorias relacionada a la participación directa del expresidente hondureño en el narcotráfico, por lo que solicita «que Hernández rinda cuentas como co-conspirador y adoptar una posición firme en apoyo del Estado de derecho en Centroamérica», independientemente de que dichos actores sean presidentes o altos funcionarios de los países socios.
Empero, el expresidente Hernández, siguió alegando o respondiendo mediáticamente en su defensa, a través de su cuenta de Twitter, le aclaró en idioma inglés, a Menéndez que “como aliado de los EEUU te deseo lo mejor. Los líderes de toda América Latina están plenamente conscientes del gran éxito de Honduras en la lucha contra las drogas bajo mi liderazgo. Washington debería celebrar los éxitos y alentar a otros países a hacer lo mismo”.
En respuesta al senador estadounidense, ¿Qué para usted, @SenatorMenendez, es más plausible: A. que las transcripciones secretas de la DEA son reales, las estadísticas de EEUU son reales y los narcos hondureños están dando falsos testimonios con la esperanza de reducir las sentencias y vengarse de quienes los persiguieron?.
En el libro o informe de escasa circulación en el país, el expresidente Hernández subraya temas relacionados a la lucha contra el narcotráfico, crimen transnacional, emergencias sanitarias y naturales y otros aspectos considerados fundamentales durante su gestión al mando de la Presidencia.
Sin embargo, en el comunicado del Departamento de Estado, dice; “Como se detalla en nuestro informe al Congreso, según múltiples informes creíbles de los medios, Juan Orlando Hernández se ha involucrado en una corrupción significativa al cometer o facilitar actos de corrupción y narcotráfico, y al utilizar las ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas.
Hernández, además, fue identificado por su nombre en el testimonio de un testigo bajo juramento en un proceso penal federal de los EEUU por haber recibido ganancias del narcotráfico como parte de la financiación de su campaña. El Departamento incluyó a Hernández en la lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos el 1 de julio de 2021 y ahora está publicitando este estado.
Estados Unidos continúa utilizando las herramientas a su disposición para promover la rendición de cuentas por corrupción y otros ataques a la seguridad, la estabilidad y las aspiraciones democráticas del pueblo de Honduras, Centroamérica y el mundo.
Continuaremos asociándonos con funcionarios del gobierno hondureño y miembros de la sociedad civil y del sector privado que muestren dedicación para combatir la corrupción y fortalecer la gobernabilidad democrática, incluso como parte de una política general para abordar las causas profundas de la migración irregular de la región.
Continuaremos apoyando al pueblo de Honduras en su esfuerzo por contribuir y beneficiarse de las instituciones democráticas, generar oportunidades económicas equitativas y crear el futuro que desean para ellos y sus familias.
Fuentes oficiales dijeron que el ahora expresidente de Honduras, mediante acuerdos y negociaciones para mantener la armonía entre los hondureños, desde junio del año pasado, lograron frenar la publicación que él y otras personalidades del país fueran mencionadas en el listado de personas importantes como narcotraficante extranjero, en aplicación de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico.