El Boeing 747-300, matrícula YV3531 venezolano, de origen iraní. | Foto: Cortesía
El avión venezolano-iraní que está retenido en Ezeiza y bajo investigación con 19 tripulantes ingresó al país con 312 bultos por 47.882,08 kilos.
Parte de esa mercadería ya fue entregada a Volkswagen. Pero según indicó la justicia federal el 11 de junio ingresó otro vuelo vinculado al del avión venezolano-iraní con un carga de 89 bultos que hasta ahora nadie los reclama y están a la espera de sus dueños en el aeropuerto de Ezeiza. “No han tenido al día de la fecha requerimiento de destinación por parte del interesado”, explicó la fiscal del caso Cecilia Incardona en un dictamen en el que pidió que esos bultos sean peritados
En total son 8.850 kilos de mercadería que están a la espera de sus dueños. En el dictamen de Incardona pide “determinar si se condice la mercadería declarada con el costo del viaje y el costo de la tripulación”.
En paralelo a la mercadería que está sin reclamar en Ezeiza, la fiscal Cecilia Incardona viene siguiendo la pista del avion de Emtrasur y la semana pasada también pidió indagar en el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país, para saber si “fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización”.
La justicia busca dilucidar cuál fue el verdadero motivo del arribo a suelo argentino. Lo primero que planteó como duda la fiscal del caso es la rentabilidad del viaje para el traslado de autopartes.
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