Tegucigalpa – Monseñor Vicente Nácher, arzobispo de Tegucigalpa, expresó su reconocimiento a la ciudadanía hondureña por la masiva participación en las elecciones primarias del pasado 9 de marzo, a pesar de las numerosas dificultades y largas esperas que caracterizaron la jornada electoral.
«Las razones para la esperanza en Honduras existen porque existe un pueblo, una nación, unos ciudadanos y ciudadanas hondureños conscientes, valientes, pacíficos e inteligentes, un pueblo que la noche del domingo pasado dijo que no se deja manipular», subrayó el prelado en sus declaraciones.
El arzobispo destacó la resistencia y compromiso democrático mostrado por los votantes, especialmente en las principales ciudades del país. «Nada cambia sino espero que puedan cambiar frente a los que quieren adormecernos, manipularnos, Honduras, la ciudadanía y especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, hasta altas horas de la noche el domingo pasado dijo que no se deja manipular y que cree en la democracia», afirmó.
Nácher aclaró que su mensaje no representa únicamente el sentir de la Conferencia Episcopal de Honduras, sino que refleja la voz del pueblo hondureño frente a quienes, según sus palabras, «han querido boicotear, pero no han podido» el proceso democrático.
El líder religioso hizo además un llamado a la vigilancia ciudadana para garantizar la transparencia de los resultados electorales. «Eso no es política, eso es defender a los pobres, eso es vivir el evangelio, eso es estar con la gente, eso es estar como pueblo de Dios, como bautizados responsables, defendiendo lo nuestro cuando se puede defender, después será tarde», manifestó.
Con un tono enfático, el arzobispo declaró que «hoy es el día de defender a Honduras, todos debemos hacerlo, generosamente y valientemente, pacíficamente e inteligentemente, todos», evidenciando la importancia que le atribuye a este momento político para el futuro del país.
Monseñor Nácher extendió su felicitación a los hondureños por la madurez democrática demostrada, calificándola como ejemplar, pero también señaló que ahora corresponde a las diversas instituciones del país —universidades, sociedad civil y sector empresarial— hacer su parte para contribuir al bienestar de Honduras.
Finalmente, el religioso hizo un llamado a la unidad y al trabajo conjunto: «En el camino compartido no hay nadie imprescindible sino en que todos aportamos y unos nuestros esfuerzos para alcanzar las metas compartidas. No gastemos energías en desacreditar a otros, mejor formemos equipos de trabajo», concluyó Nácher.