Tegucigalpa. – En un lapso de cinco horas tres dirigentes del Partido Nacional fueron asesinados en distintos puntos de la capital hondureña, lo que ha generado la condena de parte de las autoridades de esa institución política.
Una de las víctimas fue identificada como Marcial Martínez, dirigente del Partido Nacional en la colonia Villanueva localizada al oriente de Tegucigalpa.
El cadáver quedó al interior de una vivienda en el sector tres de la colonia antes mencionada, donde desconocidos arribaron y le infirieron varios impactos de bala que terminaron con su vida.
Según pobladores de la colonia ubicada en salida hacia el oriente del país, el malogrado vivía en la zona cinco, sin embargo, debido a que supervisaba un proyecto de alcantarillado, se trasladó hasta el lugar donde fue asesinado.
Vecinos aseveran que el dirigente tenía al menos 10 días de estar laborando en el sector.
Ante esta segunda muerte de un nacionalista en menos de cinco horas, el designado presidencial y precandidato a la Presidencia, Ricardo Álvarez, condenó este nuevo acto criminal a través de su cuenta de Twitter.
En su publicación enumeró los nacionalistas ultimados en menos de una semana a quienes los consideraba sus “amigos”.
Cabe señalar que, en horas de la mañana de este día, fue acribillado Dagoberto Villalta en la colonia La Obrera de Comayagüela y días atrás se reportó la muerte de Obdulio Licona en la colonia Villa Unión del Distrito Central.
Más temprano se reportó la muerte del también dirigente nacionalista y empleado de la alcaldía capitalina, Dagoberto Villalta, quien fue acribillado por sujetos desconocidos que se transportaban en motocicleta.Villalta salió de su casa y cuando se dirigía hacia su vehículo, fue atacado a disparos, muriendo de manera inmediata.
El Partido Nacional emitió un pronunciamiento donde condena estos crimenes al tiempo que exige a las autoridades competentes hacer una invesitgación para dar con los hechores y pide a los dirigentes y a la base mantenerse atentos, denunciar cualquier situación sospechosa y que sepan que no están solos.
