Tegucigalpa.- Los Centros de Atención a Migrantes Retornados, CAMR, de Honduras, se han convertido en referente para el resto de los países de la región, porque su sistema de recepción articulado con una atención digna y diferenciada, para adultos y menores que regresan al país, es innovadora.
La atención integral interinstitucional que se brinda en estos centros ha sido ponderada por diferentes instancias internacionales, entre ellos la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, y la Agencia de Cooperación Alemana.
Tal es el caso del asesor principal del Programa Alternativas que ejecuta la Cooperación Alemana, Manuel Novoa, quien elogió la acción diferenciada en los CAMR, que brindan un trato especial a los grupos más vulnerables, como los menores de edad.
El funcionario internacional expresó que los organismos internacionales están complacidos con el trabajo que está haciendo el gobierno hondureño en cuanto al apoyo que se le brinda a los retornados, especialmente a los niños y jóvenes, que es población muy vunerable.
La directora de Protección al Hondureño Migrante, Liza Medrano, informó que el personal de los CAMR está preparado para recibir a los compatriotas que eventualmente pueden ser retornados al país tras ser capturados en las redadas migratorias que están ejecutando las autoridades estadounidenses.
Medrano, explicó que al llegar a los centros los hondureños retornados reciben alimentación y artículos para higiene personal; posteriormente se les realiza el control biométrico, se les brinda asistencia médica y psicológica y se les entrega un boleto para que puedan trasladarse a su lugar de origen.
Los Centros de Atención al Migrante Retornado están preparados para recibir a los compatriotas que eventualmente pueden regresar al país tras ser capturados en las redadas migratorias que están ejecutando las autoridades estadounidenses.
En el transcurso de 2019 más de 60 mil hondureños han sido recibidos en estos centros, en los que después de más de 12 horas de camino o tres horas de vuelo son recibidos con una sopa calientita o una exquisita baleada, platillo típico hondureño.
