Tegucigalpa – Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), ha expresado su preocupación por el alarmante número de muertes violentas de mujeres registradas en el primer semestre de 2023. Según Ayestas, se han contabilizado al menos 219 casos de muertes violentas contra mujeres en este período.
La reciente masacre de 46 mujeres en la cárcel de Támara ha puesto de manifiesto el peligro al que están expuestas las mujeres en el país. Ayestas considera que este incremento en los casos de muertes violentas es una preocupación fundamental para la sociedad y debería serlo también para las instituciones. La directora del observatorio resalta la gravedad de que estas muertes violentas ocurran incluso en un espacio cerrado como una prisión.
Ayestas destaca que cada 18 horas y 58 minutos una mujer muere de forma violenta en Honduras, lo cual evidencia que ser mujer en el país supone un riesgo constante. Mayoritariamente, estas muertes son resultado de feminicidios, siendo la pareja sentimental o pretendientes de las víctimas los perpetradores más comunes. La directora del observatorio califica estos actos violentos como horrorosos e inhumanos.
En este contexto, Ayestas sostiene que el Estado debe implementar acciones preventivas, ya que la falta de investigación y el alto nivel de impunidad están perpetuando esta situación alarmante. Según sus palabras, el 95 por ciento de los casos queda impune debido a la falta de investigaciones adecuadas.
En el año 2022, perdieron la vida 305 mujeres en todo el país, y Ayestas advierte que esta cifra podría ser superada en las próximas semanas si continúan registrándose muertes de mujeres de forma diaria.
Estos datos reflejan la urgente necesidad de abordar el tema de la violencia contra las mujeres en Honduras y de tomar medidas efectivas para proteger y garantizar la seguridad de las mujeres en todas las esferas de la sociedad.
