Las tormentas solares podrían iluminar los cielos de varios estados del norte de Estados Unidos con auroras boreales justo para recibir el nuevo año.
Por Infobae
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), dos ráfagas de plasma fueron expulsadas por el Sol y se espera que lleguen a la Tierra a principios de esta semana. El fenómeno podría crear un espectáculo de luces durante las noches del lunes y martes, especialmente en las primeras horas de la madrugada del martes.
Shawn Dahl, meteorólogo espacial de la NOAA, explicó durante una entrevista con The Associated Press (AP) que las mejores oportunidades de observación se darán durante las primeras horas de la mañana del martes, cuando todavía está oscuro.
Estos son los mejores estados para ver la aurora boreal
Los mejores puntos para presenciar este fenómeno serán Alaska, Washington, Montana, Dakota del Norte y del Sur, Minnesota, Wisconsin, Michigan, New Hampshire, Vermont y Maine. Sin embargo, algunos estados más al sur, como Oregón, Idaho, Wyoming, Iowa y Nueva York, podrían tener la suerte de disfrutar de auroras en sus cielos si las condiciones lo permiten, tal y como informó AP.
El origen de este espectáculo celestial radica en el máximo solar, una fase del ciclo de 11 años del Sol, que actualmente se encuentra en su punto más activo. Este periodo se caracteriza por un aumento en la frecuencia de tormentas solares y auroras boreales.
Aunque los científicos no sabrán con certeza cuándo se alcanzó el pico exacto de actividad solar hasta meses después, se espera que este período de alta actividad continúe durante al menos un año más.
Según la NASA, el Sol emitió “tres fuertes llamaradas” el 29 de diciembre, las cuales alcanzaron un máximo a las 2:18, 23:14 y 23:31 horas. Las espectaculares imágenes fueron captadas por el Solar Ultraviolet Imager de la NOAA, el cual se encarga de observar al astro rey de manera constante.
Un espectáculo único de la naturaleza
Las llamaradas solares, de acuerdo con la agencia espacial estadounidense, son “potentes explosiones de energía”, capaces de afectar tanto las comunicaciones por radio y las redes eléctricas, así como las señales de navegación, lo que supone un riesgo latente para las naves espaciales y los astronautas.
De las tres llamaradas, la primera se clasifica “X1.1″, la segunda “X1.5″ y la tercera “X1.1″.
“La clase X indica las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su intensidad”, explicaron los expertos de la NASA a través de un blog con fecha del 30 de diciembre.
Además del espectáculo visual, estas tormentas solares podrían tener efectos menores en las comunicaciones. La NOAA está monitoreando el evento de cerca para detectar posibles interrupciones en las comunicaciones de radio de alta frecuencia, utilizadas por aerolíneas y operadores de radioaficionados.
Este tipo de interrupciones suelen ser breves y localizadas, pero pueden afectar la navegación y la comunicación durante el tiempo que dure la tormenta geomagnética.
Por otro lado, la NOAA emitió una alerta de tormenta geomagnética G3 (fuerte) vigente hasta el 31 de diciembre, con un aviso G1 (menor) para el 1 de enero.
“Se está considerando la posibilidad de actualizar la alerta G1 del 1 de enero a una G2. Los pronosticadores tienen un nivel razonable de confianza en alguna medida de los componentes efectivos de la Tierra y las ventanas de tiempo generales en estas dos CME en particular”, se lee en el anuncio de la agencia atmosférica estadounidense.
Esta no es la primera vez que los habitantes de Estados Unidos podrán visualizar el espectáculo de la naturaleza que suponen las auroras boreales; en mayo, la NOAA emitió una rara alerta de tormenta geomagnética severa, la más fuerte en más de dos décadas. El evento generó auroras en todo el hemisferio norte, alcanzando incluso latitudes más bajas.