Tegucigalpa – Las autoridades de salud de Honduras han emitido una alerta epidemiológica debido al incremento de casos de malaria en el país y han establecido una vigilancia especial para detectar posibles casos de fiebre amarilla. El jefe de vigilancia epidemiológica de la Secretaría de Salud, Lorenzo Pavón, brindó información sobre la situación actual de estas enfermedades.
En el caso de la malaria, se ha observado un aumento significativo de casos autóctonos, que suman un total de mil 583 casos nacionales. Esto es motivo de preocupación, ya que se ha identificado que la cepa de malaria presente en Honduras es resistente al tratamiento convencional utilizado en el país. Pavón enfatizó la importancia de estar alerta y tomar medidas rigurosas para abordar esta situación.
Se destacaron específicamente cuatro casos locales de malaria en el departamento de El Paraíso, ubicado en la zona oriental de Honduras. Además, se informó sobre la detección de 15 casos de malaria en migrantes en tránsito por el país, siendo la mayoría de ellos de nacionalidad venezolana, junto con un caso de Perú y otro de Ecuador. Estos datos subrayan la necesidad de monitorear de cerca la salud de la población migrante y garantizar que reciban atención adecuada.
Pavón explicó que, dada la resistencia al tratamiento convencional, los pacientes que dan positivo para malaria deben ser admitidos en un centro de salud y recibir un tratamiento intravenoso más efectivo.
En cuanto a la fiebre amarilla, Honduras no ha reportado ningún caso de esta enfermedad hasta el momento, pero las autoridades de salud han establecido una vigilancia constante para detectar cualquier posible incidencia. Se ha enfatizado la importancia de mantener un estricto control en la población migrante para evitar la introducción de la fiebre amarilla en el país.
En resumen, Honduras está tomando medidas proactivas para hacer frente al aumento de casos de malaria y garantizar que la fiebre amarilla no ingrese al país. La salud de la población, incluidos los migrantes en tránsito, es una prioridad para las autoridades sanitarias, y se están implementando estrategias de vigilancia y tratamiento adecuadas para abordar estas preocupaciones de salud pública.
