Estambul. – Un vuelo de la aerolínea local privada Pegasus se ha despeñado por el terraplén de la pista de aterrizaje del aeropuerto estambulita de Sabiha Gokçen este miércoles por la tarde.
El avión, un Boeing 737-800 con 177 pasajeros a bordo, que procedía de la ciudad de Esmirna, no pudo completar la maniobra de aterrizaje debido a causas que se desconocen, en medio de una intensa lluvia.
Pese a lo aparatoso del accidente, el ministro de Transportes, Cahit Turhan, ha asegurado que no hay muertos, pero sí heridos: al menos 120 personas, según un nuevo saldo de las autoridades.
«En el momento en el que hablo han sido hospitalizados 120 heridos», declaró el gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya.
Según medios turcos, todos los despegues y aterrizajes previstos en el Sabiha Gökçen, situado en el lado asiático de la urbe, han sido cancelados.
Los aviones que aguardaban para tocar tierra en él han sido desviados al principal aeropuerto, en el lado europeo. Entretanto, los bomberos trabajan para sofocar las llamas prendidas en el fuselaje de la nave. Los equipos de rescate siguen atendiendo a los damnificados. La Fiscalía de Anatolia ha abierto una investigación para determinar las razones del accidente.
«Entre los pasajeros había 175 viajeros, de los cuales dos eran menores, y seis miembros de la tripulación. Los servicios de emergencia han acudido al lugar del incidente. No hay heridos graves. Los afectados están siendo llevados a los hospitales», ha dicho Turhan a la cadena CNN Türk.
El Sabiha Gökçen es la base de Pegasus, la principal aerolínea privada, que conecta tanto con destinos nacionales como internacionales.
Un Boeing 737-800 de Pegasus sufrió un incidente similar el 7 de enero pasado. Según el medio digital Flightglobal, también las condiciones climáticas eran parecidas. En aquella ocasión, el vuelo PC747, que procedía de la ciudad emiratí de Sharjah, se salió de pista mientras tocaba tierra en el Sabiha Gökçen.
Fuentes expertas han subrayado en ocasiones que la pista de aterrizaje de aquel aeródromo tiene problemas para evacuar el agua de la lluvia.
«Tras el descenso, nos hemos salido de pista y hemos ido a parar al terraplén. No puedo ver nada», dice el fragmento de una de las comunicaciones emitidas por los pilotos tras el suceso, publicado por el medio turco Habertürk.
