(foto Reuters)
Estados Unidos dijo estar “al tanto” de las noticias sobre el avión con tripulación venezolana-iraní retenido en la Argentina, pero no quisieron hacer por ahora comentarios al respecto.
Por clarin.com
La empresa Emtrasur, subsidiaria de Conviasa, con sede en Caracas, registró el avión como parte de su flota el 23 de enero pasado. Pero antes, durante 15 años, el Boeing 747 operó para la compañía iraní Mahan Air. Esta empresa está señalada por los Estados Unidos como parte de una organización terrorista y Conviasa también está sancionada por el Departamento del Tesoro.
Ante una consulta de Clarín sobre el tema, un portavoz del Departamento de Estado dijo escuetamente: “Estamos al tanto de los informes. No tenemos ningún comentario en este momento”, y remitió cualquier consulta al gobierno argentino.
El Boeing demorado en Ezeiza viajaban catorce tripulantes venezolanos y cinco iraníes. El avión llegó a la Argentina el 6 de junio desde México y aterrizó en Córdoba y luego fue a Buenos Aires. El 8 de junio el avión intentó volar a Uruguay, pero le denegaron el aterrizaje, y tras volar en círculos sobre el Río de La Plata volvió a Ezeiza.
Un mes antes el avión había estado en Ciudad del Este, una localidad de la Triple Frontera que Estados Unidos siempre señala en sus informes de seguridad como un centro de terrorismo trasnacional y crimen internacional organizado.
Mahan Air está en la lista negra de Estados Unidos desde octubre de 2011, por “proporcionar apoyo financiero, material o tecnológico para la Guardia Revolucionaria iraní Al Quds”, una organización que considera terrorista.
Pero en agosto de 2020 estrecharon más el cerco contra la compañía y el Departamento del Tesoro también sancionó a otras dos empresas con sede en Dubai, Parthia Cargo y Delta Parts Supply, por proveer ayuda a Mahan Air. Allí denunciaron con más detalle a la aerolínea iraní: “Durante años, los vuelos de Mahan Air han transportado terroristas y carga letal en todo el Medio Oriente, incluso a Siria, para apuntalar al régimen asesino de (Bahar) Assad”, apunta el Tesoro.
En ese entonces también señalaban la relación de la aerolínea iraní con Caracas: “Mahan Air actualmente opera vuelos chárter a Venezuela para técnicos y equipos técnicos iraníes, utilizando materiales provenientes de China. Este esquema apoya los esfuerzos del régimen ilegítimo de Maduro para revivir su producción de energía, languideciente por su corrupción y mala gestión. Según los informes, el Gobierno de Venezuela está pagando por este apoyo con lingotes de oro directamente del Banco Central de Venezuela, oro que pertenece al pueblo venezolano”.
Estados Unidos también tiene sancionada a la empresa venezolana Conviasa, (Emtrasur es su subsidiaria) desde 2020. En agosto de ese año, Washington bloqueó los fondos de Conviasa en Estados Unidos, como parte de la presión al régimen de Nicolás Maduro.
El entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, al justificar las sanciones, dijo que Maduro ha confiado en esa aerolínea “para transportar a funcionarios corruptos del régimen en todo el mundo para alimentar el apoyo a sus esfuerzos antidemocráticos”.
Señalaron que a Conviasa ya se le había prohibido en 2012 volar a la Unión Europea por motivos de seguridad y en 2017 suspendió temporalmente todo el servicio internacional ya que carecía de divisas para comprar un seguro.