Tegucigalpa – La Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA) respondió contundentemente a las declaraciones de la candidata presidencial Rixi Moncada y otros funcionarios públicos que han sugerido que el sector bancario no cumple con sus obligaciones tributarias. A través de un comunicado oficial, la organización gremial desmintió categóricamente estas afirmaciones y proporcionó datos específicos sobre su contribución fiscal al Estado hondureño.
«La banca sí paga impuestos y no goza de exoneraciones fiscales», enfatizó AHIBA en su pronunciamiento, calificando como «información falsa» los señalamientos realizados por funcionarios públicos y posteriormente recogidos por la candidata Moncada. La asociación bancaria expresó preocupación por las consecuencias negativas que estos datos incorrectos pueden tener para el crecimiento económico del país.
Según las cifras presentadas por AHIBA, el sector bancario hondureño contribuyó durante 2024 con un total de 7,281 millones de lempiras en diversos tributos e impuestos. Esta cantidad se desglosa en varias categorías: 4,382 millones de lempiras correspondientes al Impuesto sobre la Renta, 400 millones de lempiras por concepto de Tasa de Seguridad Poblacional, 814 millones de lempiras para el sostenimiento de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, 898 millones de lempiras destinados al Fondo de Seguro de Depósitos, y 787 millones de lempiras en otros impuestos y contribuciones.
La respuesta de AHIBA surge en un contexto donde la candidata Rixi Moncada, quien se desempeñó como ministra de Finanzas hasta su renuncia para dedicarse a la campaña electoral, ha mantenido un discurso crítico hacia ciertos sectores empresariales. Durante su gestión ministerial, Moncada había señalado que «el 38% de las empresas con ingresos superiores a 500 millones de lempiras no pagan impuestos porque están exoneradas», refiriéndose principalmente a empresas beneficiadas con regímenes especiales como zonas libres.
La asociación bancaria aclaró aspectos fundamentales sobre la estructura de propiedad y operación del sistema financiero nacional. Señalaron que los accionistas de los 15 bancos que operan en el país son propietarios únicamente de su capital, mientras que los depósitos de los hondureños no forman parte del patrimonio de estos accionistas. «Los depósitos pertenecen a los depositantes», explicaron, diferenciando claramente entre el capital bancario y los fondos en custodia.
En términos de impacto laboral, AHIBA destacó que el sector bancario emplea directamente a 22,917 hondureños en todo el territorio nacional. La organización enfatizó las condiciones laborales favorables que ofrece el sector, incluyendo salarios plenos, reconocimiento completo de derechos laborales, cobertura social integral, seguro médico privado para el 100% de los empleados y beneficios adicionales que se extienden a las familias de los trabajadores. Según las estadísticas proporcionadas, el 52% de la fuerza laboral bancaria está compuesta por mujeres, mientras que el 10% corresponde a jóvenes entre 18 y 20 años.
El papel del sector bancario en el financiamiento de la economía nacional fue otro aspecto destacado en la respuesta de AHIBA. La asociación subrayó que los bancos otorgan más de 900,000 préstamos a nivel nacional, con una cartera que alcanzó los 650,522 millones de lempiras al mes de abril de 2025. Esta cifra representa el 71% del Producto Interno Bruto de Honduras, lo que la organización interpreta como evidencia del compromiso del sector con el financiamiento del crecimiento económico del país.
Los préstamos bancarios se orientan tanto hacia proyectos personales como empresariales, abarcando sectores como vivienda, transporte, educación y salud. Particularmente significativo es el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), con más de 200,000 proyectos financiados por el sistema bancario nacional.
Este intercambio de declaraciones refleja las tensiones políticas en el contexto electoral hondureño, donde diferentes sectores económicos y candidatos presidenciales mantienen posiciones divergentes sobre política fiscal y el papel de diversos actores económicos en el desarrollo nacional. La respuesta de AHIBA busca clarificar el debate público sobre la contribución tributaria del sector financiero y defender su reputación frente a lo que considera desinformación que podría afectar la percepción del sistema bancario nacional.
La controversia también ilustra los desafíos de comunicación entre el sector privado y las autoridades gubernamentales, especialmente en un período electoral donde las políticas económicas y fiscales se convierten en temas centrales del debate político nacional.