Tegucigalpa — La diputada por el Partido Libertad y Refundación (Libre) y exembajadora de Honduras en Canadá, Beatriz Valle, se pronunció a través de sus redes sociales para expresar su satisfacción por el creciente enfoque en la violencia política contra las mujeres en el país.
Valle señaló que, después de años de sufrimiento para muchas mujeres, finalmente el tema está recibiendo la atención que merece.
«¡Por fin se visibilizó el tema de la violencia política contra las mujeres!», exclamó Valle, quien ha sido una figura destacada en la defensa de los derechos de las mujeres en el país.
La diputada aprovechó la oportunidad para recordar que ella misma fue víctima de acoso, agresiones y amenazas en su carrera política, y lamentó la falta de acción en su momento por parte de las organizaciones de derechos humanos.
«Tal vez ahora las organizaciones de derechos humanos se pongan manos a la obra para contrarrestar este problema que lleva años afectando al país», manifestó Valle, subrayando que cuando ella fue objeto de ataques, «aquellas que disque
defienden los derechos de las mujeres callaron de manera cómplice».
La exembajadora criticó duramente la inacción de ciertos colectivos que, en su opinión, no estuvieron a la altura en momentos en los que las mujeres necesitaban apoyo. «¡MUJERES, TENEMOS QUE SER MEJORES!», escribió, haciendo un llamado a las mujeres a ser más solidarias entre sí y no permitir que este tipo de agresiones queden en el olvido.
Las declaraciones de Beatriz Valle surgen en medio de una serie de polémicas relacionadas con los comentarios del consejero del Partido Libre en el Consejo Nacional Electoral (CNE), Marlon Ochoa, quien fue acusado de comentarios que generaron un debate sobre la violencia política contra sus compañeras consejeras, Ana Paola Hall y Cossette López.
Este incidente ha desencadenado una ola de reacciones que han puesto en el centro del debate público la violencia de género en la política hondureña.
Valle, quien ha sido una defensora vocal de los derechos de las mujeres, instó a la acción inmediata y a la reflexión sobre cómo la sociedad y las instituciones deben responder a este tipo de violencia para proteger y empoderar a las mujeres que participan en la política y en la vida pública del país.