Tegucigalpa – Monseñor Garachana destaca la necesidad de alcanzar un acuerdo y una comunicación entre las diferentes partes interesadas para abordar los problemas recurrentes a través de un plan a medio plazo.
Monseñor Ángel Garachana declaró que es momento de alcanzar un consenso y un diálogo entre todas las fuerzas vivas para implementar un plan a mediano plazo para abordar los problemas crónicos del país.
Aunque se negó a hacer una evaluación del primer año de gobierno debido a su enfoque en la Iglesia, expresó su decepción y espera que pronto se implemente un verdadero plan de gobierno que fortalezca la democracia, el estado de derecho, la separación de poderes y la transparencia ciudadana.
Es necesario alcanzar un acuerdo y un diálogo entre todas las partes interesadas para implementar un plan a mediano plazo para abordar los graves problemas crónicos del país, como el desempleo, la pobreza, la educación y la violencia”, declaró el líder religioso.
Agregó que este plan debe ser elaborado en conjunto buscando el bienestar de Honduras y no los intereses de un partido o capitales dominantes.
El líder religioso enfatizó la necesidad de un consenso y un diálogo entre todas las fuerzas vivas para implementar un plan a mediano plazo para abordar los problemas crónicos del país, como el desempleo, la pobreza y la violencia.
Subrayó que este plan debe ser consensuado por todos buscando el bien común, no el interés de un partido o capitales dominantes.
Además, destacó que si no se toman medidas, la migración será imparable. Finalmente, mencionó la importancia de crear esperanza en el pueblo hondureño, especialmente en los jóvenes, y de implementar una política económica de desarrollo que genere empleo.
Monseñor Garachana expresó que es necesario establecer un consenso y un diálogo entre todas las fuerzas vivas del país para elaborar un plan a mediano plazo que aborde los graves problemas crónicos de Honduras, como el desempleo, la pobreza, la educación y la violencia.
Subrayó que ese plan debe ser consensuado por todos buscando el bien común, no el interés de un partido o de capitales dominantes.
También destacó la importancia de crear esperanza en el pueblo, especialmente en los jóvenes, mediante políticas económicas que generen empleo.
Además, argumentó que los políticos deben aprender a sostener un verdadero diálogo, evitando considerarse como enemigos y buscando acuerdos para el bien del país.
En conclusión, monseñor Garachana apuntó a la necesidad de avanzar en la consolidación de un verdadero modelo de democracia participativa y solidaria.
Según monseñor Garachana, es fundamental que los políticos aprendan a trabajar juntos en un diálogo constructivo, en lugar de considerarse como enemigos.
El objetivo debe ser alcanzar acuerdos en beneficio del país y no de un partido político específico.
Además, destacó la importancia de avanzar hacia un verdadero modelo de democracia participativa y solidaria, donde el gobierno trabaje para el bien común de todos, especialmente para los más pobres.
Durante su discurso, Monseñor Garachana también se refirió a la situación actual del país, destacando la importancia de un diálogo y consenso entre todas las fuerzas vivas para abordar los problemas crónicos del país, como el desempleo, la pobreza y la violencia.
Subrayó la necesidad de un plan a mediano plazo, que sea consensuado por todos y busque el bien común de Honduras.
Además, destacó la importancia de una política económica de desarrollo que genere empleo y de una verdadera democracia participativa y solidaria.
A su vez, mencionó sobre su renuncia al papa Francisco debido a su edad y como se ha preparado para esta nueva etapa.
“Estoy agradecido por esta etapa que se acerca, y aunque sé que tendré que desapegarme de muchas cosas, estoy sereno y preparado para esta transición.
Por ahora, quiero tomarme un tiempo sabático en España para renovarme y reciclarme, pero después regresaré a Honduras”, dijo Monseñor Ángel Garachana en una conferencia de prensa en la que confirmó la aceptación de su renuncia por parte del Papa Francisco debido a su edad de 78 años.
Añadió que hasta el 15 de abril, fecha en la que se hará la toma de posesión, permanecerá en su cargo actual.
“Mi iglesia, mi pueblo, mi patria y mi gente son mi hogar, y he preparado mi lugar en la Catedral para terminar mi vida como misionero”, dijo.
