Tegucigalpa – Las tensiones en el escenario político hondureño se intensificaron luego de las declaraciones del precandidato presidencial Jorge Cálix, quien cuestionó abiertamente la disposición del Ministerio Público para investigar al expresidente Manuel Zelaya, tras ser mencionado en la audiencia de Midence Oquelí ante la Corte de Nueva York.
«Ya sabemos que el Ministerio Público no va a hacer nada, porque ahora es una herramienta de persecución política», afirmó Cálix, contrastando esta situación con la rapidez con que el ente acusador actúa en otros casos.
El precandidato liberal sugirió que la información relevante podría obtenerse fácilmente a través de conexiones familiares, insinuando una falta de voluntad investigativa más que una carencia de medios.
Sus críticas se extendieron también al máximo tribunal de justicia del país, al señalar que la Corte Suprema de Justicia se encuentra politizada y bajo la dirección de una familiar de la actual presidenta Xiomara Castro.
«Todo está viciado, hay que hacer un esfuerzo para construir un verdadero estado de derecho», manifestó el político, quien además denunció lo que considera una «instrumentalización de la justicia a favor del familión».
Estas declaraciones se suman a un creciente debate sobre la independencia de las instituciones de justicia en Honduras y reflejan las preocupaciones sobre la separación de poderes en el actual contexto político del país.